capítulo veinticuatro.

3.2K 103 210
                                    

trueno vía Instagram story.

akiraconti ha respondido a tu historia|

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

akiraconti ha respondido a tu historia|

felicidades bebé, más que merecido❤️

gracias bombón<33

                              °
Mateo.

Mientras mis dedos acomodaban la sustancia picada en el papelillo, reía a carcajadas por las pelotudeces que mis amigos hablaban; Daniel bromeaba que le gustaba cada bailarina compañera de Kaia que le saltaba en el inicio de ella, mientras ésta enfurecía no solo por lo baboso, sino también por chusmear lo que ella revisaba en redes.

—Te voy a cortar la verga con un alicate si no me dejás en paz, Daniel. —se quejó bloqueando su celular para luego cruzarse de brazos molesta como una nena.

—¿Con esa boquita decís mamá? —contraatacó el castaño mientras la miraba sorprendido de manera sarcástica y los dos restantes; Valentín y yo, carcajeamos.

—Sí, y también te digo que te vayas a la puta que te parió, mononeuronal. —soltó provocando que yo abriera mis ojos de par en par, y que la víctima de sus insultos explotara a carcajadas.

—Anda celosa la Kaia, eh. —la jodió el ojiazul entre leves risas y yo reí al unísono mientras prendía el porro recientemente armado.

—¡Mateo, deciles algo! —se quejó la rubiecita y yo alcé mis cejas para luego darle una calada al porro.

—Vos llegás a estar celosa del atrofiado éste y te lleno el culo de plomo. —amenacé obviamente en forma de broma, pero aún así apuntandola con mi dedo índice y con total seriedad en mi semblante.

Ella acompañó su ruedo de ojos con un resoplido de hartazgo y yo reí por lo bajo para que no me matara. Nos fascinaba pelearla; ella enfurece y larga un sinfin de puteadas que nos descostillan de la risa, o arranca a las piñas con alguno de nosotros.

—Che, como se la extraña a la otra, eh...—habló el castaño sacándome el porro de los dedos y yo hice una mueca de pena en cuanto recordé a la morocha—¿Qué onda, como van las cosas entre ustedes? —preguntó curioso mientras le daba una calada a lo que consumíamos.

—Eso, loco, ¿ya están del anillo o andan lenteja con eso? —indagó Kaia y yo reí levemente mientras negaba con mi cabeza.

—Las cosas van piola, que se yo...—contesté alzando mis cejas indiferente—La otra vez le tiré unos palazos como para ponernos del anillo, pero me dejaba de cara y ni me respondía...igual sé que nos pasa lo mismo; los dos andamos re enganchados, pero estamos yendo despacio. —conté ya que, luego de haberle asegurado que sería mi novia, solo rió con timidez y me besó. Sin decir nada, sin contestar nada, y dejando aquél tema de lado para luego cambiar por completo el hilo de la conversación.

destino; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora