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Caminando por el silencioso pasillo del hospital, la chica buscó la habitación donde estaba su amada mejor amiga. Ella sintió el olor familiar pero desconocido de la habitación del hospital tan pronto como la enfermera le abrió la puerta, revelando a la misma chica de hace tres años.

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro mientras se sentaba en la silla al lado de Chaeyoung, mirando a su mejor amiga con una mirada melancólica en su rostro. —Oye, Chae. ¿Cómo estás?

Tomó una pequeña nota de su mesa y la puso en el cajón junto con las otras notas que le había dejado en los últimos tres años. Dejando el ramo sobre la mesa, la miró de nuevo.  Nada podía reemplazar la culpa que sentía, aunque muy en el fondo sabía que ella no era la culpable, no podía evitar arrepentirse.

—Incluso después de todo este tiempo, todavía siento que es mi culpa, — dijo, conteniendo las lágrimas. —Sabes, hay un chico. Me gusta molestarlo porque se ve gracioso cuando se ríe o se ve molesto. Ojalá pudieras ver su cara, probablemente te gustaría también.

Chaeyoung permaneció en silencio, ni siquiera movió un solo músculo. Ella todavía estaba en coma profundo, sin ser consciente del mundo que la rodeaba. Pero podía escuchar todo lo que decía Yerin, simplemente no se atrevía a recuperar la conciencia.  Aún no.

—Después del incidente, desee poder simplemente morir. Incluso traté de ahogarme casi todos los días. Pero de alguna manera él me devolvió la felicidad que dejó mi alma. No sé ni por qué. — Yerin se rió entre dientes, confundida de sí misma.

Él fue su primer amigo aparte de Ryujin y Chaeyoung, por eso significa mucho para ella. Aunque puede que no la considere una amiga, para ella, él sigue siendo una de las cosas que más atesora.

...

Jisung suspiró, mirando su techo.  Conectó su teléfono al altavoz antes de tocar una de sus canciones favoritas, Dawn de Dario Marionelli.  Era la canción que Jaemin solía tocar para él en el piano y la canción que Yerin tocó en la sala de música abandonada de la escuela, su canción curativa.

Escuchar el suave sonido del piano lo tranquiliza, calmaba su alma. Las sombras del pasado seguían persiguiéndolo, cuanto más intentaba escapar y luchar, más lo siguian.

En ese momento, Jaemin irrumpió en su habitación, abriendo la puerta mientras entraba. —Oh, estás aquí, espera, esta canción es...

Jisung inmediatamente detuvo la canción, levantándose de su cama para mirar al chico mayor. —U-uh sí, la que solías tocar para mí.

Jaemin asiente, dándole una pequeña sonrisa. Echaba de menos tocar el piano, de hecho le encantaba tocarlo.  Pero los recuerdos de su madre pasaban por su mente cada vez que intentaba hacerlo. No podía soportar recordarlo.

—¿Cómo supiste el título?

—Yerin la tocó para mí un día, así que le pregunté el nombre.

Jaemin frunció el ceño. —¿Yerin? ¿Choi Yerin?

Jisung asiente, dejándose caer de nuevo en su cama. —Sí, dijo que su profesora de música le enseñó esta canción.

Jaemin miró al chico con una mirada confusa, sintiendo que algo andaba mal.

—¿Sabes quién era? Su profesora de música.

Jisung negó con la cabeza. —¿No, por qué?

Jaemin se encogió de hombros para alejar esos pensamientos, no queriendo complicar las cosas. Pero si su suposición es cierta, entonces crearía muchas paradojas.

—Nada. Es una canción rara para enseñar a sus estudiantes.

—¿Pero tu madre no les enseñaba a sus alumnos a tocar esta canción también?

𝗩𝗔𝗖𝗔𝗡𝗖𝗬 - 𝐩.𝐣𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora