8. Érase una vez Inma.

445 6 9
                                    

Un dicho popular dice que después de la tormenta llega la calma. Siempre se usa para ejemplificar que después de muchas situaciones de adversidad llega la tranquilidad y que todo al final termina bien. También puede ser usado como algo literal y para la tierra de los gigantes así fue. El roció brilla a la luz del sol del amanecer. Los girasoles se levantan y los tejados se secan con el calor del generoso sol. Los habitantes abrían sus ventanas para recibir un nuevo día.

En la casa más grande del pueblo, una niña algo mandona, orgullosa y de fuerte carácter pero que escondía un noble corazón despierta. Inma da un gran bostezo estirando el brazo izquierdo. Soplapara apartarse un mechón de cabello que esta sobre su cara, pero este vuelve acaerle. Mira al lado derecho y sonríe. Un diminuto joven duerme recargado en su otro brazo. 

Ella lo toma con cuidado y lo pone en la cama de la casa de muñecas y lo cubre con las sabanas de la misma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ella lo toma con cuidado y lo pone en la cama de la casa de muñecas y lo cubre con las sabanas de la misma. "De seguro se preguntará como lo acomode ahí sin darse cuenta. Le diré que es sonámbulo jijiji". Lo contempla por un momento. Tenía su manera de ser lindo, aunque ella no se atrevía a decírselo o de hacérselo ver (A menos solo para molestarlo un poco, claro "Su adorable hombrecito").

El día anterior había sido sumamente tenso y pesado. Aquel suceso en el patio con la malvada entidad de las nubes le había recordado a quien tenía como adversario y lo fuerte que debía ser; por ella, por los habitantes de su pueblo y por quien había llegado recientemente a su vida y que ahora dormía plácidamente en su casa de muñecas.

Pero él no era parte de sus juguetes, tenía que saberlo tarde o temprano por más que no quisiera aceptarlo. Se había entusiasmado tanto con el que ignoro la fragilidad del diminuto niño. El de seguro se habría asustado en su primer encuentro y ahora seguro seguía muy aterrado con lo de ayer. El pobre hombrecito no dejaba de temblar, pero ella había logrado tranquilizarlo. Lo mantuvo en sus brazos toda la noche hasta que por fin el chico durmió.

También había logrado acercarse un poco más a Jack tal y como ella lo hubiera querido desde el principio. Inma por fin podía entender un poco más como Jack veía todo desde sus ojos. Inma veía que el hombrecito era valiente, astuto e intrépido. De seguro de donde venía era la persona más valiente de todas, pero su lugar en el mundo había cambiado al llegar a ella y a su mundo. Así que ahora era su deber el protegerlo y cuidarlo; y empezaría teniendo que dejar de jugar tan brusco con él, ser más cuidadosa. Todo eso, ser más gentil pero obvio no dejaría de jugar con él. Después de todo ella lo había encontrado y era suyo. "Mío y solo mío" se decía constantemente. Solo que ahora tendría mucha más consideración con Jack. La pregunta era que tanto cumpliría con eso.

Inma baja a bañarse y después se pone un vestido blanco de listones azules y una cinta también azul a modo de cinturón. También se coloca un abrigo, uno parecido al que siempre usa. De hecho, tiene varios de eso abrigos color azul y algunos tirando a morado, todos iguales. Inma se había propuesto a hacerles ropa a Jack, aunque a ella le gustaba como se veía con su ropa de siempre, con esa camisa ojo rubí. Incluso pensó en hacerle unos vestidos del mismo color, a ella le encantaba vestir a Jack con esos atuendos, le divertía de sobre manera, aunque al chico probablemente no mucho.

Gigantic: The Storm's Eye.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora