21. Un mundo bajo las nubes, los Invitados gratos y los no tan gratos.

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En el inicio del tallo, dos soldados custodian a la colosal planta y conversan tranquilamente sobre su aburrida encomienda.

–Ah ¿Pero por que tenían que clausurar la feria?

–Fue por cuestión de seguridad y orden, Alfonso amigo. Pero da igual, no podíamos abandonar nuestros puestos para ir a divertirnos.

–Sí, es verdad Francisco. Pero al menos era entretenido ver el festival tan siquiera. Esos jugadores empedernidos nunca aprenden. No saben que los juegos están trucados.

–Ya sé, pero déjalos ser.

Pasaron los minutos y Alfonso dijo –En serio, que pesado, tío. Los otros deben estar haciendo cosas más importantes. Bartolo el de la rivera, patrulla al noreste y cuenta que son más interesantes las cosas por allá. Dice que un señor delgaducho ataviado como caballero embistió un molino y se dio tremenda ostia ¿Podes creerlo?

Francisco se sube el casco –¿En serio? Oh sí, ya recuerdo eso que dijo ¡Qué bárbaro! ¿Saben de dónde salió ese hombre?

–Se dice que, de algún lugar de la mancha, pero no me acuerdo de donde ... o no quiero acordarme.

Ambos guardan silencio unos segundos hasta que francisco dice –Como sea, amigo, nuestro trabajo no es entretenernos, sino cuidar que nadie suba y nadie (Oh nada) baje de esta cosa.

Paso un rato más de silencio por parte de ambos. Unos curiosos se detenían a observar el tallo. Era una gran atracción turística por supuesto. Con el pasar de los días iba perdiendo popularidad, pero aun había quienes les parecía una gran maravilla.

Los dos guardianes siguen su plática sin darse cuenta, unas cuantas hojas caían suavemente del tallo.

–Sabes, tal vez deberían llamar a ese loco. Podría hacer algo respecto a esta vaina. No lo sé, quizás él se pueda encargar de lo que llegue a bajar por aquí ¿No crees?

–Ha, es verdad. Según ese tío juraba que el molino era un gigante ¿Puedes creerlo? ¡Un...gigante! ¡Qué ridículo! Ja ja ja

Francisco mira serio a Alfonso y le dice –Oye, estamos cuidando una planta gigante ¿Me vas a decir que esto no te hace pensar que puedan existir cosas así? ¡Échale coco, hombre!

Alfonso se reía hasta que poco a poco es risa fue desapareciendo.

–Jajaja ja ja ha ... pues la verdad yo ...

De pronto más hojas caen desde arriba y el tallo parecía moverse, llamando la atención de ambos soldados.

–Pero ¡¿Qué está pasando?!

–¡Oye, esta cosa se está moviendo!

Ambos miran hacia arriba y alcanzan a ver algo a lo lejos que desciende desde arriba del tallo.

–¡¡WUUJUUUU!! – se escucha.

Ambos abren la boca inmensamente y dicen al mismo tiempo.

–¡¡Ave María purísima!!

Se quedan paralizados.

–¡Por San Vicente! ¿Que...que es eso?

–Parece ... una niña ... QUE SE HACE MAS GRANDE AL BAJAR ¡¡CORRE, ALFONSO!

Y rápidamente corren alejándose del tallo. La niña se desliza por el tallo y salta del mismo cayendo de pie, levantando polvo y haciendo retumbar el suelo. Los soldados caen por el temblar de la tierra y rápidamente vuelven a levantarse, sacudiéndose el polvo de sus uniformes.

–¿Estas bien?

–Eso creo ... ¿Pero que es ... eso?

Entre la penumbra se mueve una inmensa silueta y despejarse la nube de polvo se revela al inmenso ser que los observa con curiosidad. Ella levanta la mano y dice ...

Gigantic: The Storm's Eye.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora