Final Primera Parte

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Incienso y te de menta 4








Jiang Cheng se lleva las manos al cuello, observa el reflejo de los dedos de su hermano... de Wei WuXian cuando lo levanto contra la pared, no son marcas de energía resentida y no son señales de maldición. No. Son los dedos de Wei WuXian apretando su garganta, con fuerza más allá de la humana, pero no demasiado. Son su deseo de ponerle un alto a todo.

Todavía esta caminando en este mundo, Jiang Cheng sabe bien que, sin un cuerpo, Wei WuXian no debería tener la fuerza para tocarlo sin recibir el mismo daño, Zidian debería haber cortado su energía, Sandu incluso lo apuñalo. No hubo daño, Wei WuXian seguía ahí, "No me veas" ese ultimo grito, ese freno a su ira, la presencia de Lan WangJi es suficiente. Solo su presencia pudo detenerlo. ¿Qué habría pasado si no llegaba?

―     Yo no lo hice – su voz esta ronca, realmente fue estrangulado por una mano física – nunca lo encontré... yo no mate a tu hijo pequeño, nunca lo encontré.

Son sus propios ojos en el espejo, es a él mismo a quien habla, no sabe como hacerse escuchar con Wei Ying.

―     Yo pacte una muerte rápida, fueron ellos los que la quemaron... yo no te mate, no pude, es incluso imposible que lo matara a él.

El pequeño hijo de Wei Ying, con el cabello sobre su frente y las mejillas rojas como tomatitos, delgado y feliz. El niño que siempre gritaba cuando lo levantaba en brazos emocionado, el niño que se escondía detrás de la falda de su madre y rugía desde ahí como un cadáver feroz. Él no entendía, solo jugaba, tenia dos años y apenas se le entendía lo que decía.

.

―     A-Xian, vamos, repite conmigo, A-Xian.

―     ¡A-Xian!

―     ¿Entiendes algo de cortesía? – Jiang Cheng recogió al niño del suelo y comenzó a limpiarle la tierra que le cubría la ropa – Si lo educas así, que clase de modales tendrá al crecer

―     Al crecer será tu problema, en cuanto cumpla siete lo mandare a Yunmeng

―     Tío líder – y con una sonrisa con dientecillos pequeños extendió las manos, confiado en que Jiang Cheng llevaría algo en sus bolsillos

―     Eso es, yo soy tu tío líder, pero soy el Tío Jiang – entonces puso sobre sus pequeñas manos las galletas que habían preparado en casa – Llévame con la cuñada.

La paz vale la pena, incluso si Jiang Cheng esta solo en su casa, con habitaciones vacías para sus hermanos, si la cocina no huele igual que cuando Jiang Yanli se encargaba, si no encuentra vainas de loto que Wei Ying ha robado, si todo es orden y calma, vale la pena ver a su hermano en secreto. Ver a su hermana casada.

Toda la gente que se escondía en el Túmulo funerario apenas llenaría una casa corriente, eran solo un puñado de personas, ninguno de ellos tenia cultivo para la batalla, eran médicos, ancianos. Solo Wen Qing era joven, hermosa y saludable.

Feliz y enamorada.

Se le veía en los ojos, esos ojos que una vez lo miraron a él, esas manos que una vez tocaron su mejilla. Se le veía en los ojos, todo ese amor, en la forma en que su mano tocaba el hombro de su esposo. En la forma en que ellos se veían con su pequeño hijo.

Así era mejor, incluso si dolía, porque siempre dolería, valía la pena verla ser feliz.

―     El parto fue fácil porque nos indicaste como hacerlo bien, ahora la hermana se ha recuperado y viajare a LangLin para verla.

LAGRIMAS DE LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora