LAGRIMAS DE LUNA

Hermano, hermano, hermano 2

Hermano, hermano, hermano 2

Jiang Cheng no recibió noticias de Jian Ren y eso lo descoloco bastante, no era habitual que Jian Ren dejara de comunicarse con él, se quedo esperando que amaneciera, llevaba muchos años durmiendo poco, cuando al amanecer encontró una sombra frente a su habitación lo supo.

Cerro los ojos con dolor, Jian Ren había muerto.

Se dejo caer en suelo mientras el dolor crecía y vibraba dentro, ¿Qué tan solo tenia que estar para que fuera suficiente?

¿Cuándo dejaría de perder a la gente que quiere?

Al menos Jin Ling regreso a la Torre Koi y estaba a salvo y aunque no confiaba en Han GuangJun porque era un hombre débil, Wei Ying no era un inútil.

Wei Ying, perderlo dos veces era algo en lo que no quería pensar, Wei Ying para él, sigue siendo el chico que jugaba y se reía en fuertes carcajadas, que trepaba arboles y se lanzaba al agua, un chico feliz.

Su hermano.

No podía renunciar de nuevo a su hermano. Cuando ya el sol estaba acomodado y no había salido de su habitación tocaron la puerta, su gente se preocupa por él, lo sabe, no sabe como explicara el regreso de su hermano, pero no dejara que Wei Ying vuelva a sentirse solo, hace mucho que debió regresar.

― Hazme un favor, mientras este en la reunión de alianza, repara la habitación del lado oeste, compra todo nuevo y limpia a fondo, pronto alguien vendrá y vivirá ahí.

― Si señor.

― Y... prepárate porque esta tarde debemos hablar con la esposa de Jian Ren.

― Señor... - observo el rostro herido del líder se su secta y bajo los ojos – lo lamento señor, Jian Ren era fuerte.

― Si, lo fue, un buen hombre.

Jiang Cheng no soportaba enfrentar este tipo de situaciones, hace años había buscado a la madre de Jian Ren para decirle que su esposo y primogénito habían fallecido durante la campaña para Derribar el Sol, y ahora, debía ir a la casa de su esposa para decirle que era él quien se había perdido, demasiado injusto para todos ellos, estaba bastante cansado de perder.

Podía rememorar uno a uno los momentos en que perdió aquello que amaba, sus padres, su hermana, su hermano, su secta, su amor por ella, su amor por él, su sobrino, su cuñado, sus perros, pero sobre todas las perdidas, las de sus hermanos eran las que más le dolían.

Aun ahora, luego de tantos años, aun ahora cuando entraba en la cocina esperaba verla a ella escogiendo los ingredientes, espera escucharla tocar arpa, esperaba verla cepillarse su largo cabello frente a su espejo y escoger con cuidado los adornos delicados de su pelo. Esperaba verla hablando de su amor, con la barriga hinchada porque dentro aun va Jin Ling y ella está viva.

Aun ahora, cuando despertaba esperaba encontrar a Wei Ying durmiendo junto a él, esperaba verlo sonreírle y escucharlo hablar de todas esas cosas que cruzaban por su cabeza, todavía se lo imaginaba cruzando el campo para molestar a los juniors, todavía lo veía cargar un arco con seis flechas, montar a caballo y disparar en movimiento sin fallar ni una sola. Aun lo veía coquetear y jugar y cuando un perro ladra, todavía lo escucha llorar y pedirle que lo proteja, siente que lo escucha pedir ayuda y cuando llega no hay nadie.

Aunque al menos ha recuperado eso, su hermano estaba vivo, no se parece a su forma original pero aun sonríe, sus ojos cálidos, hablaron por horas y lograron aclarar las cosas, si su hermano tiene razón, esto que ha sucedido viene de la mano de lideres poderosos, cuando lo piensa solo se le ocurren dos personas capaces pero LiangFang Zun es el actual Cultivador Jefe, no ha escuchado nunca algo inadecuado sobre él, algo relevante, no le importa su origen ni sus características físicas, le da igual que comenzase a cultivarse tarde o que alguna vez trabajo como espía. Lo que le importa es su calidad como cultivador, su cariño hacia Jin Ling y su decencia al dirigir la secta Jin. Su mayor fallo tal vez pueda ser que es demasiado apegado a sus relaciones, incluso si ZeWu Jun lo estuviese engañando y utilizando él no lo vería e incluso si lo veía no abandonaría a su hermano, es la clase de persona que es. Diferente a ellos, Wei Ying y él están unidos hasta la medula, pero nunca dejaron de decirse las cosas a la cara.