La noche ciega *2*

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Lagrimas de luna


Jiang Chen despierta por la música que suena, no es la primera vez que esa música lo busca, es como un animal que se mueve entre el arbusto y luego huye, Jiang Chen lo ha perseguido tan productivamente como retener agua entre los dedos, hay días como este en que no se siente especialmente irritado.

- ¿Dónde estas escondido? – pregunta, pero es inútil, cuando se despierta por completo la música ya no esta en el aire ni la sombra que lo persigue tanto como huye – Dime Wei Ying, le has dicho a alguien que yo no pude asesinarte, es por eso que continúas apareciendo y marchando

La espada que se clavo en su pecho, en ese pecho que una vez fue escudo no fue otra espada que Zandu, y todos brindaran alzando sus copas y diciendo Fue Jian WanYin de la secta Yunmeng Jiang quien asesino al Patriarca demoniaco, pero solo será una broma, porque ahí también están las palabras que nadie pronuncia en su cara Fue el Envenenador de la secta Jiang quien mato a su propio hermano. ¿Quién aplaudiría eso? Incluso él tiene pesadillas en las que lo hace realmente, no puede evitar clavar la punta y en ese momento descubre qué, en realidad asesino a toda su familia, despierta lleno de sudor en su cama solitaria, nadie abre la puerta y él no sabe si los gritos fueron reales o no.

Esos días son malos para cualquiera que se cruce en su camino, pero no hoy, hoy a soñado con su pasado y por poco tiempo su hermana estaba en la cocina y su madre en el salón, si pudiera soñaría solo con ellas, sin más dolor, sin más soledad.

Entonces escucha los ladridos, los perros del guardia de la puerta están sueltos de nuevo, no sabe exactamente cuando lograra deshacerse de ese malestar pero azota el látigo y los perros corren lejos, de regreso a sus perreras, donde Wei Ying no los vea, donde no puedan asustarlo, lleva muerto tantos años y es tanta la rabia que siente, pero no puede evitarlo, aun puede verlo temblar y suplicarle protección, incluso después de la Campaña para Derribar el Sol, incontables muertes y poderes espeluznantes, y corría a su lado buscando ayuda cuando un perro se acercaba.

Jiang Chen le daba una palmada a veces decía "Eres idiota donde quedara tu honor si alguien te ve temblar" pero había muchas más ocasiones donde le daba una palmada en la espalda "No pasa nada, estoy aquí y voy a protegerte" incluso ahora los perros corrían con la cola entre las patas traseras cuando él caminaba cerca, como si aun pudiera proteger a alguien.

Cuando comienza a internarse en el bosque para correr la ve a ella, un instante breve, tal vez solo sus anhelos y el dolor de haberla visto bailando, ella que seria la señora de su casa, nadie le hubiera faltado el respeto, él les habría recordado si se atrevían a olvidarse que Wen Quin valía ella sola lo que mil mujeres no valdrían nunca. Corta la piedra con su mano, la sangre gotea sobre la tierra pero eso importa poco, ella murió primero, con ella nunca logra soñar, si pudiera pedirle perdón se arrodillaría, si pudiera regresar el tiempo, correr al día en que todo pudo salvarse, debió matar a Wen Chao, debió matar a Wen Zhulio debió matar a esa perra prostituta que llego a su casa, y tal vez incluso al antiguo líder de la secta Lan LingJin, cuando dijo que Wei WuXian era enemigo del buen camino sabe que debió seguir su ira y cortarle la garganta, era joven, quería salvar su Secta, era estúpido y estaba enfermo con las constantes comparaciones, ¿y qué importaba? No dijo Wei Ying que siempre estaría a su lado, entonces porque huyo para casarse con ella, ¿realmente se amaban?

Es difícil creer eso cuando Wei WuXian decía vivir solo por una persona.

Cierra sus ojos para meditar en lo alto de la montaña, quiere paz, pero no es paz lo que encuentra en su calma, regresa a Gusu, al tiempo en que Wei WuXian estudiaba ahí, pocas semanas antes de regresar a Yunmeng dejando solo a Jiang Chen en Gusu.

LAGRIMAS DE LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora