LAGRIMAS DE LUNA

Hermano, hermano, hermano 3

Hermano, hermano, hermano 3

Al amanecer hay un cadáver feroz observando el cuerpo sobre la tabla, los juniors en el rincón alejados de él, y sobre un banco de madera desmayado sin reaccionar, Mo XuanYu.

Lan SiZhui, Lan JingYi y Jin Ling, lo vieron anoche, lo vieron invocar un fantasma, y arrancar el corazón de Xue Yang sin dudar, esto es horrible en muchos niveles, pero están más preocupados por su inconciencia. Puede ser la juventud, la inexperiencia o el cariño ciego que le tienen, que todavía creen que pueden ayudarlo, si no le permiten usar más cultivo demoniaco, si lo hacen meditar, si lo cuidan hasta que esté bien. Sin saber o sin querer creer, que el camino demoniaco es de una sola ruta y sin retorno.

En silencio cerca Han GuangJun observa, su quietud hace que todos se mantengan callados, un hombre de jade no muestra ninguna emoción, no dice nada que los tranquilice, no se ha movido desde que a medianoche dejo quieto a Mo XuanYu, nadie se mueve, todos en silencio.

― ¿Dónde está...?

La voz sale tan baja que de haber otro sonido no hubieran escuchado, pero al fin sus parpados tiemblan, su mano pálida y quieta se mueve y muy lentamente abre los ojos.

Los niños tragan un suspiro de dolor al ver sus ojos, ya no son esos horribles ojos rojos que brillaban en locura, está bien, todavía pueden salvarlo.

― Tengo sed – dice y cuando le alcanzan la poca agua que les queda, sonríe, pero es una sonrisa demasiado triste.

― ¿estas... tuviste...?

― Parecía que tuviste una pesadilla – Lan SiZhui se acerca y frota su espalda con suavidad, tratando de consolarlo, de alejar el miedo – solo fue un sueño...

― No. No fue un sueño, era un recuerdo.

Todo parece ser un sueño extraño, desde que entraron a esta montaña y no terminara hasta que salgan de ahí. La pequeña esposa se ve tan delgada, parece que no puede sostenerse en pie, su cabello cae suelto sobre su espalda dándole un aspecto aún más enfermo. Cuando se acerca al cadáver que se mantiene en silencio.

― Lo siento - dice y aunque el cadáver sacude en negativa, parece que hay algo más. Unas palabras que no se dicen en ese momento - ¿Qué quieres hacer? – le pregunta y observa mientras con su espada escribe en la tierra "Incinera el cuerpo, restaura el alma" – no hay nada... lo que queda es muy poco, lamento que se diluyera, lamento que no puedan reencarnar.

Los chicos escuchan esas trágicas palabras y el dolor es un nudo en cada garganta, negarle a alguien la reencarnación y la paz es algo horrible por sí solo, pero que esa persona haya sido utilizada y engañada para terminar de una manera tan dolorosa que tomó la decisión de acabar con su vida y que ni aun así encontrase calma, era más de lo que podían soportar.

El rostro pálido del Cadáver Feroz que una vez, fue el cultivador nómada Song Lan, no mostraba tristeza o ira, no mostraba el dolor que seguramente cargaba, solo una expresión pétrea mientras guardaba las dos bolsas de contención espiritual en su ropa, hizo una leve reverencia mientras volteaba y se alejaba de ellos, perseguirlo o capturarlo seria continuar una tragedia que llevaba demasiado tiempo sucediendo.

― ¿Dónde está Jin Ling?

Los chicos no notaron su ausencia, estaban seguros de que estaba ahí hace poco y de pronto desapareció. Wei Ying no tenía energía para ir a buscarlo, pero era necesario que se moviera, no quería dejarlo sentirse solo, cuando la calma asienta el dolor resurge.

Encontró a Jin Ling apilando los cuerpos de los discípulos caídos, sin un funeral sus almas se diluirían, hasta borrarse con suerte, o por desgracia en la amargura de la muerte se resentirían hasta ser energía... energía demoniaca, lista para ser usada en contra de la vida.