La forma en que te veo

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El resto del día consistió de transcribir algunos apuntes, algunas lecciones y ejercicios como ejemplos de ciertas materias.

— Kenma, estoy empezando a temer porque me bajes el puesto del alumno destacado.

— ¿Hum? – expresó mirándolo de reojo por unos segundos, para después seguir contestando integrales en su cuaderno.

— Eres inteligente, solo te falta un poco más de responsabilidad, nada de procrastinación.

Kenma lo miró con una pequeña sonrisa, mordiendo la punta de su bolígrafo.

— La procrastinación es mi pasión.

Akaashi tomó la mandíbula del chico con algo de fuerza y lo obligó a devolver su vista al cuaderno, en donde siguió escribiendo.

— Trata de hacer una letra más entendible.

— Me sirve con entenderla yo mismo.

— Puedes mejorarla.

Kenma suspiró, comenzó a mejorar su letra.

— ¿Así? – lo volteó a ver, Akaashi seguía manteniendo sus manos en su mandíbula.

— Perfecto. – respondió cerca del chico, lo cual de cierto modo lo hizo estremecerse un poco.

— ¿Puedes soltarme?

— ¿Te molesta? – dijo apretando un poco más la mandíbula del teñido, haciéndolo quejarse un poco, hasta que lo soltó.

— Hazlo de nuevo.

— ¿Perdón?

— ¿No escuchaste? ¿Tengo que repetirlo?

— Repítelo.

— Hazlo de nuevo.

El de gafas volvió a tomar nuevamente la mandíbula de Kozume, está vez obligándolo a verlo a él, mirándose fijamente a los ojos.

— Lindos ojos, son como un océano. –  susurró Kenma, viendo directamente esos ojos en tono turquesas.

— Los tuyos como... – el tono de los ojos de Kenma eran similares a los de Bokuto, solo por un instante proyectó los ojos de su ex pareja con su actual. — Como una gema de ámbar. – pronunció moviendo su cabeza levemente, librándose de sus pensamientos.

Kenma sonrió con sutileza, mirando los labios rosados del contrario, a los cuales decidió acercarse lentamente, comenzando a dar algunos suaves besos sobre él.

Ésta acción tomó por sorpresa al de ojos turquesas, no fue cuestión de segundos cuando cerró sus ojos y decidió dejarse llevar un poco, tomando parte del cuello de Kenma para profundizar un poco más el beso, acariciando con su mano izquierda el suave cabello del chico.

— ¿Esto era parte de las clases privadas? – rió separándose de Kenma, mirándole con una sonrisa coqueta.

— Solo me dejé llevar, olvida esto.

Keiji volvió a tomar su mandíbula, obligándolo a devolverle la mirada nuevamente.

— ¿Me estás diciendo que no te gustó?

— Nunca dije eso.

— Entonces te gustó. – suspiró, soltándolo, tomando una botella de agua, bebiendo un poco de ella.

Kenma le arrebató la botella, para beber de ella. — Te odio. – dijo antes de tomar del agua.

— Solo admítelo, Ken-chan, no te cuesta nada. – sonrió con arrogancia, haciendo molestar a Kenma.

— Sí, me gustó, sé que a ti también, soy bueno besando. – llevó parte de su cabello por detrás de su oreja, para continuar escribiendo en su cuaderno, su mano temblaba un poco.

Akaashi tomó la muñeca del más bajo, acariciándola con delicadeza, retirando el bolígrafo de sus dedos.

— Estás en lo correcto, me gustó.

Kenma lo miró absorto.

— Te mereces un descanso. – dijo tomando la libreta, checando los apuntes y ejercicios que había hecho el chico. — A este paso podrás recuperarte fácilmente en todas las materias, tienes potencial.

Kenma estiró sus brazos como si intentara alcanzar el techo, bostezó un poco y ladeó un poco su cuello hasta hacer crujir sus huesos.

— Puede que sí, aunque odie el sobre esfuerzo, odio perder, ya sea en los estudios o en alguna otra cosa, siempre quiero aspirar a ser el mejor.

— Suerte intentando superarme. – dió golpecitos sobre su espalda.

— No siempre se gana, estás a otro nivel. – dijo poniéndose de pie, tirándose a su cama.

Akaashi tomó su celular y conectó sus auriculares a el, se estiró un poco y se tiró a un lado de Kenma, sobre la cama del chico. Kozume lo miró extrañado, al menos los días que llevaban viviendo juntos Akaashi jamás se recostó junto a él en su cama, pero su presencia se sentía bien de algún modo.

— ¿Qué escuchas?

— Billie Eilish. – quitó un auricular de su oído, pasándoselo al contrario. — ¿Quieres escuchar?

— No sabía que te gustaba. – tomó el auricular izquierdo, escuchando dicha artista nombrada.

— El álbum se llama Happier Than Ever, algunas canciones me fascinaron. La que se escucha ahora se llama "Halley's Comet", deberías de buscar su traducción cuando tengas tiempo libre.

— Es linda. – dijo en voz baja. — Entiendo lo básico del inglés por algunos videojuegos, pero sí, después buscaré la traducción para saber qué dice con exactitud. – dijo tallando sus ojos con las mangas de su sudadera.

— ¿Tienes sueño?

— Uhum. – asintió en un bostezo, girando su delgado cuerpo al costado, apoyando su cabeza sobre su almohada.

Akaashi rodeó sus brazos en su cintura, Kenma abrió los ojos, podía sentir como si su corazón quisiera salir de su pecho.

— ¿Te molesta si hoy duermo contigo?

— Para nada, al contrario, hazlo...

— Así será. – dijo quitándose sus anteojos, dejándolos sobre el buró, apagando la lámpara de noche aún lado de la cama, para después nuevamente devolver sus brazos a la pequeña cintura de Kenma.

Kozume cerró los ojos, sintiendo la calidez del agarre de Keiji, Akaashi por su parte se quedó un buen rato más escuchando música tranquila, acariciando con delicadeza el cabello de Kenma con una de sus manos, la otra seguía postrada sobre su cintura.

— ¿Por qué no me puedo obligar a amarlo...?

Se dijo a sí mismo, antes de caer dormido.

...

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