¿Por qué me mentiste?

55 6 0
                                    

— ¿Acaso tú lo estuviste?

Kenma alzó la mirada, viéndolo fijamente.

— ¿A qué te refieres?

— Olvídalo.

Kenma cambió su posición, para apreciar mejor a Akaashi, confrontándolo con la mirada, exigiendo que hablase más sobre el tema.

— Sé lo que sucede, no soy tonto.

Akaashi levantó la mirada.

— Aún estás enamorado de Bokuto-san, me das a entender que no puedo llenar el vacío que él te dejó, ¿Cómo piensas que lo haga yo? Es tu problema, no puedo hacerte olvidar a una persona, no si no sientes nada por mí, no si no me amas.

— ¡Yo te amo Kenma! - exclamó con fuerza, llevando ambas manos a los hombros de Kenma. — Por dios, no digas eso, Bokuto me rompió, tú eres mi hogar. - llevó una de sus manos a su cabeza, arrepentido. — Dije una tontería, siempre has estado conmigo, lamento no haberlo estado para ti.

Kenma desvió la mirada al suelo.

— Ya no sé si debería creerte, no sé si tus te amo son sinceros, no sé si me consideras como un hogar, no sé si sientes lo mismo que yo por ti. - murmuró.

— Todo es totalmente cierto. - respondió, abrazándolo nuevamente. — Fui un tonto, no siento nada por él, y ni debería, eres el único que está aquí conmigo, para mí.

Kenma acarició el cabello de Akaashi, quien parecía realmente afectado por la reciente discusión.

Kenma ahora lo entendía todo perfectamente.

Akaashi apreciaba a Kenma, lo veía como su lugar seguro, como un hogar para él, pero a pesar de eso, le era difícil borrar a Bokuto de su mente, por más que lo tratara, por más que lo deseara, el dolor quedaría eternamente, se estaba obligando a sí mismo sólo amar a Kenma, únicamente a Kenma.

Kenma se sentía de la misma manera.

El sonido de la lluvia había dejado de parar, ambos se separaron del abrazo lentamente.

— No hacen falta más palabras, Akaashi, te creo, y deposito toda mi fé en ti, sé que en algún momento te encontrarás a ti mismo y lograrás todo aquello que deseas, estaré a tu lado durante este trayecto.

Akaashi sonrió muy sutilmente para sí mismo.

Kenma se puso de pie. — ¿Te parece si ambos salimos a despejarnos un poco? Por nuestra propia cuenta.

Akaashi asintió con un movimiento de cabeza, tomando sus gafas y su teléfono celular.

— Me parece perfecto. ¿A qué lugar irás tú?

— ¿Te molestaría si no te lo digo? Es algo un poco privado, me incomodaría decirlo.

— Para nada, respeto tu privacidad.

Dicho esto y después de despedirse uno del otro, ambos salieron de la habitación, cada uno yéndose por un diferente camino, en busca de un nuevo destino.

Akaashi decidió ir a un parque lleno de árboles de cerezo, el viento movía los pétalos que caían de los árboles, algunos caían sobre su cabello, otros directamente al suelo.

— ¿Akaashi?

Keiji giró su rostro, detrás de él se encontraba Tsukishima, con un libro en sus manos.

— Tsukishima-san, ¿Qué haces aquí?

— Yamaguchi vive cerca de aquí, vine a visitarlo, me prestó este libro. - dijo alzándolo. — Iba a volver a casa, pero antes quise dar un paseo por acá, no me imaginé que iba a encontrarte.

— Ya veo.

Tanto Kei como Akaashi tomaron asiento en una de las bancas que se encontraban en dicho lugar, observando la caída de los pétalos de los cerezos.

— ¿Cómo va todo con Kenma?

Akaashi suspiró, Tsukishima desvió la mirada incomodado, creía que había hecho una mala pregunta por la reacción que éste tuvo.

— Descubrió todo lo que pasa por mi cabeza, ni siquiera puedo ocultarme a mí esos sentimientos, mucho menos a los demás.

— ¿De qué hablas?

— Sabe que sí, lo quiero, me gusta estar con él, adoro su presencia y me trae paz el tenerlo conmigo, sin embargo, una parte de mí tiene a Bokuto presente, puedo decir que una gran parte de mí.

Kei lo miró apenado, Keiji lucía abatido.

— Akaashi...

— Mierda. – llevó ambas manos a su rostro, bastante frustrado. — Lo amo, odio eso, odio tener sentimientos por alguien que me hirió, pero aún así lo quiero conmigo, quiero regresar a los buenos tiempos. – suspiró.

Tsukishima colocó una de sus manos en el hombro de Akaashi, intentando consolarlo.

Las lágrimas de Akaashi comenzaron a salir.

— Mierda... le prometí jamás contártelo, pero necesito hacerlo, no me gusta verte así.

Akaashi levantó su mirada llena de lágrimas, lo miró confundido por lo que acababa de decir, en espera de escuchar aquello que jamás debía contarle.

— Bokuto rompió contigo porque sus padres lo obligaron a hacerlo, no porque él quisiese, él te amaba cuando lo hizo, incluso sigue haciéndolo hoy en día.

La mente de Akaashi se puso en blanco, de un momento a otro comenzaron a aparecer flashbacks de su relación con Bokuto, todos esos momentos que vivió a su lado, algunos otros de su relación con Kenma, todo era tan confuso.

— ¿Qu-Qué dijiste? Imposible...

— Es la verdad.

— ¡¿Pero entonces por qué mierda tiene novia?! – gritó con todas sus fuerzas, poniéndose de pie.

Tsukishima lo observó arrepentido de lo que había dicho, pero sabía que no había vuelta atrás. — Sus padres le exigían una relación heterosexual, la verdad es que no sé todos los detalles de esto, sin embargo, todos los días Bokuto me comenta lo mucho que te extraña.

Akaashi llevó ambas manos a su cabeza, comenzando a llorar con más intensidad, su cabeza comenzaba a doler, no sólo todo había sido una mentira, si no para ese punto, comenzaba a sentir cosas por Kenma, cosas que después de esto volvería a cuestionarse una y otra vez hasta perder la cabeza.

De un momento a otro, salió caminando en un paso bastante acelerado, Tsukishima no fue capaz de detenerlo, tomó un bus en camino a la casa de su ex novio, procesando durante el camino todavía lo que recién había escuchado.

Al llegar, tocó varias veces la puerta, hasta que Bokuto salió, bastante asombrado por aquella inesperada visita.

— A-Akaashi... ¿Qué haces aquí?

Con lágrimas todavía en los ojos, Akaashi alzó la voz, mirándolo fijamente.

— ¡¿Por qué mierda me mentiste?! ¡¿Por qué mierda hiciste eso?! ¡¿Por qué me heriste?!

Bokuto aún seguía en blanco.

— ¿De qué hablas...?

— ¡Tsukishima me lo contó! ¡¿Por qué carajos lo hiciste?!

Ahí fue cuando Bokuto lo comprendió todo, Tsukishima había metido la pata, todo se había derrumbado, Akaashi se había enterado.

• • ┈┈ ๑ ⋅ ⋯ ୨ ୧ ⋯ ⋅ ๑ ┈┈ • •• • ┈┈ ๑ ⋅

Nuestro florecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora