Nuestro florecer

Me preocupo por ti

Ya habían pasado unos cuantos días desde que Kozume había aceptado ser el compañero de habitación de Akaashi, todo transcurría con tranquilidad.

Había oscurecido ya, Kenma había llegado a la habitación hace ya algunas horas, Akaashi por su parte decidió ir a la biblioteca de su universidad, hacía tiempo que no tenía tiempo de ir.

— ¿El principito cierto? – dijo la bibliotecaria, sacando dicho libro de la estantería detrás de ella.

— No, ese no.

Akaashi solía ir mucho a la biblioteca meses atrás antes de romper con Bokuto. "El principito" era un libro que adoraba leer con Bokuto antes de dormir por videollamada, hasta que comenzó a alejarse y finalmente terminar de esta forma.

— Así que quieres experimentar con nuevos libros. – sonrió. — Puedes buscar en aquella estantería. – dijo señalando con su dedo índice detrás del chico.

Akaashi agradeció y comenzó a buscar entre la estantería, sacó un libro.

— ¿De nuevo este puto libro? – dijo leyendo el título del libro antes nombrado, volviendo a depositarlo en su lugar.

Los recuerdos comenzaron a nadar en su mente, logrando ahogar al chico en una crisis.

Decidió salir de la biblioteca, incluso salir de la universidad. Caminó hasta llegar al primer bar que pudo encontrarse, comenzó a beber un poco de alcohol.

Esto comenzó a volverse una rutina, Keiji sentía la necesidad de borrar esos recuerdos con alcohol.

Una de las ya muchas noches que decidía regresar a altas horas tocó la puerta, algo ebrio, sin embargo, consciente.

Kenma abrió la puerta, debajo de sus ojos había unas grandes ojeras, su pc estaba encendida, tenía una bata de seda puesta.

— Deberías avisar cuándo llegarás tarde, no siempre estaré para abrirte.

No lo decía, pero se sentía algo decepcionado. Sí claro, Akaashi se preocuparía porque comiera, durmiera y estuviera bien. Últimamente ni siquiera le preguntaba cómo se sentía.

— Lo siento. – dijo colgando su abrigo en el perchero.

— ¿Por lo menos me dirás dónde estabas?

— ¿Es de tu incumbencia?

Kenma lo miró con resentimiento. — Diría que no, realmente no importa, pero creo que olvidaste que soy tu supuesta "pareja".

— En un bar, estaba en un bar.

— ¿Tú solo?

— ¿Qué pasa? ¿Quisieras acompañarme algún día?

— Odio esos ambientes.

— No me involucro con los demás, sólo bebo.

— En ese caso, ¿No crees que sería mejor comprar la botella y beber en casa?

Akaashi tomó las mejillas de Kenma, aplastándolas un poco. — Últimamente lo hacía para salir y despejarme un poco, la próxima vez compraré la botella y beberemos juntos, ¿Qué dices?

Kenma retiró el agarre y lo miró de forma intimidante, Akaashi lo observó con inquietud.

— Nada de alcohol, no más de eso.

— ¿Por qué?

— Solo me preocupo por ti.

Akaashi recordó que anteriormente el le había dicho eso, últimamente había descuidado bastante a Kenma. — Lo lamento. – murmuró. — No más de alcohol.