Respiro

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Akaashi asomó su rostro cubierto por el paraguas.

Era Bokuto, a su lado estaba su novia.

Los corazones de ambos comenzaron a latir aceleradamente en sincronía, se quedaron en blanco durante unos segundos, sólo mirándose fijamente.

— Me gusta tu paraguas, ¿Dónde lo compraste? - preguntó la chica con un tono alegre, viendo al de gafas.

Akaashi salió del trance en el que se encontraba, volteando a ver su paraguas.

— No lo sé, fue un obsequio.

El silencio volvió a reinar, lo único que podía escucharse era el sonido de las gotas de lluvia golpeando contra el paraguas, los autos pasar y algunos grillos.

Bokuto tomó la mano de su novia rápidamente, y comenzó a dar paso.

— ¿No íbamos a tomar el bus?

— Caminemos, quiero escuchar la lluvia.

La chica se apegó al más alto, aferrando sus manos a su brazo, dando saltitos como una niña pequeña, mientras se iban alejando Akaashi podía escuchar sus risas, parecían ser felices juntos.

Keiji guardó su paraguas, las gotas de lluvia comenzaron a humedecer su rostro, mezclándose con sus lágrimas.

Akaashi's Thoughs

Rompimos hace ya tiempo, sé que has salido adelante, tienes a alguien más en tu vida que saca lo mejor de ti.

Pensé que mi corazón finalmente lo había aceptado, me lastimaste y a pesar de todo eso, eres feliz, que a diferencia de mí que no te lastimé, no logro separarme de ti.

Escuché que tu novia se llama Aki, es un nombre bastante bello, y por lo que acabo de ver, es una chica realmente encantadora.

Mi rencor ha disminuido con el paso del tiempo, no quiero que nada malo te pase, pero aún así, me duele ver como eres feliz con ella, saber que sólo jugaste conmigo y ahora tienes a alguien la cual según tus propias palabras es alguien que realmente vale la pena.

...

Finalmente en casa, las luces estaban apagadas, todo lucía exactamente igual a cuando salió, Kenma no había regresado a casa.

Tomó una ducha caliente, esperaba no resfriarse por dejarse empapar por la lluvia, al salir tomó una pijama acogedora y se recostó sobre su cama, se quedó unos minutos contemplando el techo, hasta que sus ojos comenzaron a cerrarse.

Sin embargo, escuchó el sonido de la perilla girando, seguramente era Kenma.

Kozume depositó el envase vacío de su café dentro del cesto de basura, suspiró y retiró sus zapatos.

Observó a Akaashi durmiendo en su cama, después de ponerse su pijama, se recostó a su lado, abrazándolo por la cintura, observando las bellas facciones del pelinegro.

Akaashi lentamente se dió la vuelta, retirando las manos de Kenma sobre su cintura, dándole completamente la espalda.

Kenma lo observó asombrado, bastante molesto por la reciente acción, pero más que eso, triste, no tenía idea del comportamiento de Akaashi.

Salió de la cama de Akaashi, ésta vez dormiría en la otra cama, solo.

Akaashi sintió como Kenma salía de su cama, la calidez de su cuerpo de alejaba lentamente, hasta postrarse en una cama diferente, sabía que había sido su culpa, hundió su cabeza contra la almohada, tomando un largo suspiro.

Akaashi's Thoughs

Sé que te estás cansando de mí, me amas y yo todavía no puedo comprender mis sentimientos, no puedo hablar todo lo que pasa por mi mente, porque ni siquiera yo entiendo estás disputas personales.

Perdona que no quiera que me toques, no es que no quiera, es solo que mi primer amor me sigue atormentado y el dolor no ha terminado.

Hay un vacío que tú llenas, y puedo asegurarte que te siento como mi único hogar, es solo que necesito espacio, soledad...

...

El sonido de la lluvia golpeando con gran fuerza el ventanal hizo despertar a Akaashi, el cielo ya se veía claro. Tomó sus gafas y antes de ponerse de pie, tomó una gran bocanada de aire, había sido una noche difícil.

Caminó hasta el ventanal y observó la lluvia, se veía precioso, sentía la necesidad de salir al balcón a sentir las gotas de lluvia cayendo sobre su cuerpo, pero no podía hacerlo, el clima estaba bastante fresco.

Nuevamente caminó hasta el dormitorio, en donde observó a Kenma durante varios minutos, su corazón se sentía más tranquilo, verlo dormir era lindo, lucía angelical, aquella subida y bajada de pecho le daba tranquilidad a su alma.

Decidió ir a la cocina, en donde comenzó a preparar el desayuno, tarta de manzana, el preferido de Kenma.

Se escucharon algunas pisadas sobre el piso de madera, hasta observar al Kenma somnoliento delante de él, el aroma de la tarta de manzana lo había hecho despertar e ir hasta la cocina.

— ¿Cómo despertó mi gatito?

— No me llames así, además, no creo que te importe.

— Uh, un gatito enojado, ¿Se puede saber por qué el mal humor?

— Ayer me diste la espalda cuando me recosté a tu lado, dormí en la otra cama, por si te interesaba saberlo.

— No me di cuenta cuando llegaste, debías avisar que llegarías tarde cariño, seguramente me aparté inconscientemente.

— ¿Cariño? Am- Bueno, tienes razón.

Akaashi retiró el mandil cubierto de harina y dió un abrazo cálido a Kenma, este inmediatamente se apartó.

— No pienses que es fácil obtener mi perdón, ayer no supe nada de ti, me ignoraste todo el día, estaba preocupado.

Akaashi se separó, y lo miró con un semblante algo serio, sin llegar a ser intimidante.

— Me sentía frustrado. — admitió. — Quería un respiro de todo, no quería saber nada de nadie, lamento si eso te molestó, pero no me arrepiento de nada, lo hice por mí, porque quería el día para mí, sin compañía, sólo yo.

Kenma suspiró.

— Entiendo, pero a la próxima puedes decírmelo, decirme que quieres estar solo, así no te molestaré, ni tampoco me preocuparé en vano por tu ausencia.

Akaashi pasó su dedo pulgar por los labios de Kenma, acariciando posteriormente cada parte de aquel suave rostro.

— No volveré a preocuparte, ¿Me dejarías compensar este error?

Las mejillas de Kenma tomaron un color rosáceo, sus ojos miraban fijamente a los labios de Akaashi, en espera de poder probar de ellos.

— Adelante.

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