El Juego De Niel

Está Hecho

Al siguiente día, fui al colegio como lo haría cualquiera que estuviera estudiando. Hoy tuve la oportunidad de irme con mi hermana, el problema fue que no nos cruzamos ni una palabra, ni siquiera nos miramos, se sentía tan mal.

Llegamos al colegio y cada una tomó su dirección para su respectivo salón.

Creo que todavía continuaban los rumores de que yo había asesinado a Heder, ¿qué podía hacer al respecto? Nada. Tan sólo me dirigí a mi puesto, como si nada.

— ¿No harás nada al respecto? — me dijo Yves.

— No, además no puedo hacer algo.

— Okey, como tú digas, sólo quería ayudarte.

— Pero es que no puedo hacer algo —. En ese momento llegó Aliana.

— ¿Hoy sí haremos la tarea? — me preguntó.

— Claro, si es que no se presenta un inconveniente.

— Bueno, ¿y de qué hablaban?

— De nada importante — dijo Yves. Ellos empezaron a hablar de un juego, yo lo había jugado, pero no tanto como ellos, así que a veces aportaba algo sobre el tema. Entonces fue cuando recordé a ese chico, hmm... ¿cómo era que se llamaba? No lo recuerdo, aunque pensándolo bien, nunca nos dijimos el nombre; ¡ay! Como pude ser tan idiota al no preguntárselo. En fin, tal vez en otra ocasión, pero... Creo que no lo volveré a ver, no podré preguntarle su nombre. No me di cuenta cuando entró el profesor ¿tan distraída estaba?.

Intentaba concentrarme en las clases, pero me era imposible, siempre pensaba en ese chico o en el juego de Niel. Hasta en el receso estuve completamente distraída, no les coloqué atención a mis amigos.

Como acordamos, a la salida fui a la casa de Aliana, hicimos el trabajo y hablamos un rato, luego regresé a casa. Pues si, ya no necesitaba pedirle permiso a mis padres, ya ni se preocupaban de mi existencia, aunque mi padre algunas veces. Fui a mi cuarto para continuar con mi plan, debía avanzar en algo. Entonces encendí la computadora y entré a esa página. Cogí el sobre que me había entregado Oliver, no quería hacerlo pero lo debía hacer. Y así lo hice, ya no había marcha atrás, ya estaba hecho. De repente recibí un mensaje, era de Niel, el cual decía que debía asesinar a otra persona, era otra chica, también popular, claro, debía ser personas que todas conocieran, para hacerlo más complicado.

También decía en que fecha debía hacerlo, no sé por qué tenía que ser tan específico, eso me pareció extraño. Así que decidí preguntarle a Niel, pero él me respondió que no podía decírmelo, claro, no me lo diría tan fácil, debía seguir hablando con él para que me tuviera confianza y después descubriría todo. Y entonces seguí hablando con él, al menos él ponía el tema, por que yo no sabría que decir.

Ya eran más de las 12 de la noche, ya tenía sueño, entonces me acosté.