Me desperté por la madrugada, eran más o menos las 3 de la mañana, al parecer dormí toda la tarde y noche, ya se me había quitado el sueño pero tenía mucha hambre, me levanté y fui a la cocina, abrí el refrigerador y saqué algo de comer; iba subiendo las escaleras, me asusté al ver una sombra.
— ¿Anabell? — pregunté. No obtuve respuesta, era algo extraño. Subí cuidadosamente.
— ¿Es cierto qué Oliver me empujó? — era la voz de mi hermana; no sé si decirle la verdad, podría herirla, ellos son muy buenos amigos.
— Pues... La verdad es que... — no era capaz de hablar —, no puedo hacerlo — pensaba.
— Lo suponía, sabía que no me había tropezado — dijo Anabell.
— Por favor, no le digas a nadie, él me amenazó — dije casi llorando; ¿cómo se pudo dar cuenta? Todo se me había salido de control, si mi hermana le dice a alguien, no dudo de que todos se darán cuenta y Oliver me señalaría como la culpable y hasta aquí llegaría mi vida.
— Tranquila, no se lo diré a nadie.
— Confío en ti — dije, me dirigí a mi cuarto y terminé de leer "éxodo", no tenía nada más que hacer, entonces empecé a dibujar, al menos eso me alejaba de lo que me atormentaba.
Ya eran las 7, debía arreglarme para salir al colegio, no sé si mi hermana iría, supongo que no, sacaría alguna excusa para no ir.
Todavía estaba un poco asustada, quería confiar en mi hermana, pero creo que se lo había dicho a alguien más, y no tardaría en enterarse Oliver de lo sucedido, debía tener mucho cuidado.
Mi hermana no fue a estudiar, así que no tuve que esperarla, pues siempre se demoraba.
Iba camino hacia el colegio, esta vez Yves no me alcanzó, lo cual era algo fuera de lo común, pero sí tuve compañía, Oliver.
— Hola — me saludó.
— Hola — dije un poco nerviosa. En todo el camino no dijimos ni una sola palabra, eso me incomoda.
Llegamos al colegio, él se fue a su salón y yo al mío, Yves no había llegado, lo cual era extraño, él siempre llegaba temprano, tal vez se había enfermado.
Todo el día estuve sola, Yves era el único que me hacía compañía.
Salí del colegio, al parecer Oliver no me seguía; no me di cuenta de cuando Oliver se paró a mi lado. Me asusté.
— Ya lo sé todo — dijo. ¿sabe qué?, tal vez se dio cuenta de mi conversación de ayer con Yves, aunque no se lo dije todo, pero tal vez me daría una lección por el intento de hacerlo.
— Sé que le dijiste a Anabell la verdad — ¡¿qué?! ¡¿como se dio cuenta?!, no creo que mi hermana se lo haya dicho.
— ¿Cómo te enteraste? — pregunté sin mostrar mi asombro.
— Todos lo saben — ¿todos?, no escuché a nadie hablar sobre ello.
— Y... Supongo que me harás algo, ¿verdad? — dije tranquilamente. Él no dijo nada.
Nos quedamos en silencio hasta llegar a mi casa. Entré y busqué a mi hermana.
— ¿Tú le dijiste a alguien? — pregunté con enojo.
— ¿Dije qué?, no te entiendo — dijo con un tono de desdén.
— Pues sobre lo de Oliver, no te hagas la que no sabe.
— ¡Ah! solo se lo dije a Heder — dijo con tanta tranquilidad, lo cual provocó que me enojara más.
— ¿Y no pensaste que ella se lo podría decir a alguien más? — estaba estresada, esto no podía estar pasando.
— Yo confío en ella, no creo que se lo haya dicho a alguien, además, no podía quedarme con eso guardado.
— Todos lo saben, hasta Oliver lo sabe, supuse que no podía confiar en ti. Y aquí está la prueba.
Me fui a mi cuarto, entré en pánico y empecé a llorar. Cuando estuve más tranquila llamé a Yves, supuse que estaba enfermo, así que quería saber como estaba o preguntarle por qué no había ido. No obtuve respuesta de él, lo volví a intentar pero no contestaba. Era demasiado raro, entonces decidí ir a su casa.
La madre de Yves abrió.
— Hola — saludé —. ¿está Yves?
— Sí, está en su cuarto, pasa —. no se notaba muy alegre, deduje que le había sucedido algo malo a Yves.
Toqué la puerta, desde adentro escuché una voz que dijo "pasa", entré, Yves estaba en su cama, se notaba en mal estado, lo miré detenidamente; no entendía lo que estaba pasando.
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El Juego De Niel
Misterio / SuspensoNunca pensé que llegaría a hacer esto, no imaginé que llegaría hasta aquí. Se podría decir que me he vuelto una asesina; antes creía que matar a las personas era horrible y ahora ya no me importa, he cambiado mi forma de pensar, y por ello estoy aq...