El Juego De Niel

No Puede Ser

Niel me había dejado escrito en una hoja los nombres de las personas que debían morir, yo sólo debía asignar quien debía matarlos. Lo estaba haciendo cuando vi el nombre de Yves, no podía ser cierto, debía hacer algo, ¿y si no se lo asignaba a nadie? No, Niel se enteraría él mismo escogió a esas personas, tal vez no se acordara, pero no debía correr el riesgo.

Para cumplir las reglas debía hacerlo alguien del mismo colegio. Empecé a buscar hasta que al fin encontré a alguien. Le dije al administrador de ese lugar el nombre de la persona que debía asesinar a Yves, él se encargaría de lo demás. Yo también debía asignar la fecha que debía hacerlo, así que podía sacar ventaja de ello. Así hice con todos los otros, hasta que terminé.

Cuando desperté, Niel estaba en su computadora, como lo hacía la mayor parte del tiempo. Pensé decirle acerca de Yves, pero no lo hice ¿por qué? Por una simple razón, él siempre me decía que los amigos no existían. No había forma de convencerlo.

Me organicé y fui al colegio.

— Hola — como siempre, Yves me saludó.

— Hola — no era capaz de mirarlo, al parecer tenía algo de mi antigua yo.

— ¿Estás bien? Porque hoy tienes una mirada diferente, no es la típica mirada tuya.

— Sí, si estoy bien — dije con el tono más normal que pude.

— Te veo extraña.

— Te lo aseguro — dije con un poco de rabia, me estaba poniendo nerviosa.

— Ok, ok.

Pasaron las clases, yo tenía mi mente en otro mundo, estaba mal, muy mal. Esta vez decidí caminar un poco. Debía pensar en algo para impedir la muerte de Yves, hasta que al fin lo planeé.

Los días que se acercaron siempre estuve con Yves la mayor parte del tiempo, nuestra amistad había mejorado, hasta ya no le molestaba mi forma de pensar, antes algunas cosas las compartía, ya estaba empezando a ver el mundo igual que yo. Me alegraba, él no podía morir, no al igual que Oliver, me dolería demasiado. Tampoco se lo podía decir, sé que entraría en pánico, y no estaría bien asustarlo así. No de esa manera.