𝒜𝓋𝑒𝓃𝓉𝓊𝓇𝒶

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Toda la toman estaba pasando el tiempo juntos, no hacían nada en especial, pero hacían nada juntos -Estoy aburrido- Se quejó el menor estatura entre todos -Todos lo estamos- Se habían tirado en el piso, pues no había nada que hacer -Oi, pah, ¿que tanto vez en tu celular- Le preguntó Baji algo enojado -Nada, estoy hablando con Ann- Le contestó sin prestarle mucha atención -¿Ann?, ¿quien es ella?- Mitsuya rodó para quedar a su lado y ver la conversación -¿"Tengo pensado en ir a un lugar muy lejos"?, ¿quién es, pah?- Le pregunto curioso, pues no le sonaba para nada el nombre -Es Annelise, dice que va a un sitio abandonado, otra vez- Para dar pruebas, les mostró la conversación que había tenido con ella. Nada fuera de lo normal, solo hablaban de a donde se suponía que iba a ir -"Estoy terminando el uno por ciento de mi disfraz" ¿A que se refiere con eso?- Los demás ya se habían acercado para poder chismear lo que se hablaban -No lo sé, solo me dijo que había empezado a hacer un disfraz que vio una vez, hace seis meses- ¿Seis meses? Vaya que se había tardado en empezar en empezar el proyecto. En lo que se quedaban viendo las conversaciones, llegó un nuevo mensaje de la fémina -Pah, pregúntale si podemos ir- Mikey lo tomó de los hombros y empezó a moverlo de un lado al otro -¿Para que?- Dijo despegando la vista del teléfono -¿Como que para que? Estoy aburrido, pah, no seas tonto- Le reprochó con los brazos cruzados y el ceño fruncido -Si además, más de una vez ha tenido muchas ideas... poco comúnes, pero algo divertidas- dijo desviando un poco la mirada. Una de las ideas mas normales que Astrid llegó a tener, desde que la conoció, fue el colgar una cuerda al árbol más cercano de un pequeño lago. Y tal vez sería una idea inocente y muy divertida para el par, si no es que había que tener cuidado por lo podrido que estaba el árbol. Kazutora, por su parte, no se colgó, más sin embargo Annelise lo hizo de todas maneras, ya que su manera de afrontar el nerviosismo fue decir "Me voy a arrepentir de las cosas que no hice, que por las que hice" para terminar con un posible desmayo, pues al columpiarse la rama se soltó y rompió, dejándola caer a centímetros de un montón de piedras, y por pura suerte la rama rota no cayó en su cabeza "¿Lo hago otra vez? La cuerda no se rompió" le preguntó tratando de desamarrar la cuerda de la rama. De ahí en adelante, siempre que salen juntos, trata que no haga nada muy estúpido como para lastimarse -Yo debo ir- Dijo recordando lo que pasaba si es que quedaba sola. Se levantó y se sacudió el polvo que le quedó pegado en la ropa -Te acompaño- Hayashida también lo iba a acompañar, pues no debían hacer nada más: no había tareas, ni alguna pandilla descontrolada, tampoco algún deber que los mandaron a hacer, tenían toda la tarde libre, pero no sabían cómo aprovechar ese tiempo -Ah, yo quiero ir, pero me da demasiada pereza caminar, o si quiera moverme- Se quejó Mikey entre suspiros mientras rodaba de un lado al otro y se arrastraba como una oruga -Ken-chin, llévame- Con sus únicas fuerzas, se subió a la espalda de su amigo que, a penas se había sentado, ya tenía un peso en su espalda -Eres un flojo de mierda- Se quejó mientras se levantaba con dificultad del frío suelo -¿Ustedes van a venir o no?- Preguntó a los ultimas dos personas que quedaban: Baji y Mitsuya. Estos se quejaron un poco antes de levantarse y seguir al grupo en tanto que trataban de despegar los pies del piso y no arrastrarlos al caminar.

Una vez llegaron, no se molestaron en tocar y simplemente entraron a la gran casa -A-chan no está- Mikey fue el primero en quejarse, ya que creía que el ir a su hogar no sirvió de nada. Y aún lo creía, siendo que todo el viaje lo pasó entre sueños -Quizás está en su habitación- Dijo Mistuya sentándose en el sofá del salón -Si, tal vez nos escuchó y enseguida baja- El ojos ocre apoyó el punto de su amigo sentándose a su lado -Oh, ya escuchó sus pasos, debe de estar por bajar- Pah se acercó a la escalera para poder ir a saludar, más sin embargo en vez de encontrarse con la muchacha vio a alguien con una capucha negra que le llegaba hasta los hombros, por lo cual se quedó en el primer peldaño -Oi, pah, ¿porqué no subes?- Ken, alias draken se acercó a su amigo, pues se había quedado mirando un punto en especifico, y no apartó la mirada a pesar de llamarlo -Pah, ¿qué sucede?- Le preguntó posando una mano en su hombro. Por parte verbal no obtuvo respuesta, no obstante apuntó a algo o alguien que estaba hasta arriba de las escaleras: llevaba una capucha negra con el gorro puesto, unos guantes negros que parecían ser de cuero y una mascara de la peste negra con unos estoperoles dorados además, los círculos en la parte de los ojos parecía estar cubierta con algo que los hacía ver de color negro. El rubio también se quedó estático, pues aquella persona movió en secuencia el meñique hasta el dedo índice en forma de saludo -¿Qué les pasa?- Los demás estaban en el sillón mirando como sus amigos se alejaban lentamente de lo que estaba bajando por las escaleras. Ellos al también verlo, se asustaron y no hicieron otra que pegarse mas el uno al otro -¿Quién eres?- Dijo exaltado pah. Mientras se colocaba frente a frente a esa cosa que era significativamente mas alto que él, le dio un pequeño empujón, moviéndolo un poco. Una vez se paró correctamente, la cosa se sacó, finalmente, la mascara que llevaba, dejando ver el pelo cortó y los ojos morados de Astrid -Pensé que me iban a reconocer- Dijo mostrando una expresión algo triste y decepcionada a la vez -¿¡Eras tú!?, ¡pensé que eras algún tipo de maniático, psicópata desquiciado! ¡Me diste el susto de mi vida, mujer!- Kazutora la sacudió de un lado a otro mientras la regañaba -¡Perdón!- Se disculpó alargando la o -Así que este era tu disfraz- Mitsuya tomó la mascara que había caído al piso entre las sacudidas de el pelinegro hacia la fémina -Si, esa es la mejor mascara- Se acercó al pelilila una vez su amigo la dejó -Mh, escuché que lo después de seis meses te decidiste a hacerla- Le entregó la mascara con mucho cuidado, pues parecía que las costuras eran muy delicadas -No, eso es mentira. En realidad me pasé los seis meses tratando de hacer solamente la mascara, todas las demás terminaron en una fogata- Le explicó jugueteando con su disfraz -¿A que te refieres con "en una fogata"?- No pasó mucho hasta que Mikey se uniera a la conversación -Las quemé. Tienen que ser de buena calidad, porque si no, no me sirven, ¿para que querría una mascara que se rompe con facilidad?- Le contestó doblando la capa y juntando los guantes para luego guardar todo en una pequeña cajonera que ahí había -Debería moverla a mi pieza, ni se cual es su utilidad allí- Dijo en susurro -¡Bueno! Supongo que vinieron aquí porque iba a ir a un nuevo lugar abandonado, ¿no?- Les cuestionó tomando una gran mochila que había sobre la mesa -Si, estábamos aburridos y vinimos, perdón por no avisarte- Draken se disculpó por sus repentinas apariciones -No importa. Pero como bien dijiste "estaban" ¡así que vamos!- Exclamó algo fuerte para después irse a la entrada de la casa -¿Vienen o no?- Les llamó la atención esperando que se movieran para comenzar su nueva aventura.

𝓛𝓪 𝓫𝓻𝓾𝓳𝓪 𝔂 𝓼𝓾 𝓶ú𝓼𝓲𝓬𝓪 [𝓽𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓻𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼] CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora