Descanso

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-¡Patea la pelota!- Un gran campo de entrenamiento estaba lleno de jóvenes los cuales jugaban -¡Al arco!- Gritó uno de los muchachos con furor a alguien de su equipo -¡Titi!- El gritó de Nicolás quien marcaba a Javier fue lo que la alertó por el balón que iba a su dirección -¡Vamos any!- Alentó Boris a su prima, pues sabía que aquellos jugadores no eran delicados a pesar de ser mucho menor que ellos. Un golpe seco se escuchó de manera ruidosa, causando que todas las miradas estuvieran en la portería del equipo "Vodka juniors" El cual era conformado en parte por Astrid, Nicolás y Javier, y ambos varones siendo los que más destacaban debido a sus habilidades en el juego y estrategia -¡La tapó!- Boris celebró tomando a su primo de los hombros para luego moverlo de un lado a otro.

Grandes festejos se hacían oír, ya que la gran apuesta que había hecho los vodka juniors en contra de los "bulllgods" era de alrededor de treinta mil yenes, dejando algunos muy contentos -¡Nos toca usar la cancha a nosotros!- Se excusó Boris para dejar entrar a su equipo y practicar -¿Jugas handball con nosotros otra vez, Astrid?- Le preguntó un amigo de Lucas tomando su hombro -Supongo que si- Dijo con poca confianza, debido a que estaba algo cansado -¡Genial! Vamos a nuestros puestos- Exclamó otra persona del equipo para decidir que portería iba para cada grupo.

El juego estuvo realmente reñido, pero al final ganó el equipo de Boris -Lero Lero, guaja guaja- Decía burlón a Lucas, quien estaba sentado y realmente agitado -Me dejaste pa' la caga'- Le reclamó mientras trataba de tomar agua a duras penas -Ay, el weon llorón- Le golpeó la nuca para sentarse a su lado -No, pero de verdad, nos dejaste pa' la caga', mira cómo quedó la pobre titi- Dijo apuntando a la menor con su boca -Oye si weon, le voy a preguntar cómo está- Se levantó del césped artificial y fue directo donde su prima, la cual estaba tirada, completamente sudada, agitada, chascona y esparcida en el plástico para entrenar -Oye, ¿estás bien?- Le dijo imitando su posición -N... ¿Si?- Su respuesta no era concisa, debido a que, si bien estaba agotada y cansada, no era tanto como estar quejándose de la vida.

Estuvo jugando partido tras partido, deporte tras deporte, pues siempre practicaba con ellos cuando lo necesitaban, pero simplemente no podía con todos uno tras de otro. Al finalizar todos los juegos, el último grupo se fue al centro para comprar un par de cosas, pero Annelise no dio para más y se acostó en el césped de un pequeño parque que ahí había -¿Estas segura que vas a estar bien sola?- Simplemente asintió con lentitud. Simón se preocupó al verla tan cansada, pero no insistió más, ya que se veía realmente demacrada y se merecía un descanso -Ya, chao, cuídate- Le sacudió un poco el pelo para después limpiar su mano en su ropa por obvias razones.

El tiempo había pasado y Astrid ya estaba más relajada y calmada, a tal punto que consideró en tomar una siesta.

Mientras tanto, un par de hermanos se paseaba por las calles de Tokyo, ya que no tenían más cosas que hacer -Estoy aburrido- Dijo Rindo con las manos de tras de su cabeza -¿Y que quieres hacer?- Le preguntó mirando a todos lados para entretenerse con algo -Tal vez podríamos ir a la un parque de juegos, un arcade, ir a jugar a los juegos de niños que hay en los parques- Se puso a enumerar cosas sin darse cuenta que su hermano ya no estaba junto a él -¿Que piensas?- Se volteó y no vio a su hermano -¿Ran?- Miró a todas direcciones, hasta que lo encontró al lado de una persona que parecía estar durmiendo -¡Oye, que haces!- Dijo un poco bajo, ya que realmente no reconocía a esa persona -Eh, mira, estrellita está durmiendo- Dijo picando le un poco la mejilla -¿Es ella?- Una vez de fijarse mejor, se dio cuenta que si era su amiga -Ew- Su cara de asco fue mayúscula al ver sus ropajes llenos de tierra, sus rodillas raspadas, parches y benditas por todos lados, al igual que un par de heridas que parecían ser antiguas -¿Que habrá hecho?- Se preguntó a si mismo al tratar de pensar en cómo pudo terminar así -Está asquerosa- Dijo el de lentes mirando a la joven de arriba a abajo -La voy a despertar- Decidió el mayor -¿Porqué?- -No se va a quedar a dormir acá, le puede pasar algo- La movía de un costado al otro, le apretaba las mejillas, jugaba con su rostro, hacía que se golpeara a si misma, pero no funcionaba -Oh, que raro- No mucho había pasado para que se rindiera -Trata tú- Le dijo, o más bien ordenó, a Rindo a que el lo hiciera -¡Oye, despierta!- La molestó de miles de maneras: Apretando su nariz, haciendo ruidos fuertes en su oreja, abrirle los ojos a la fuerza, pero el único método que funcionó fue soplarle el rostro -Vaya, hasta que despiertas- Los ojos de la pelinegra se abrieron algo rápido, en consecuencia le empezaron a arder debido a la luz -¿Que te pasó? Te vez horrible- Una vez pudo ver de mejor manera, se asustó por el par de sus amigos -¿Y ustedes qué hacen aquí?- Dijo dando un suspiro de cansancio y alivio, ya que el dolor muscular que sentía no era tan fuerte como el de antes -Estábamos aburridos, ¿sabes que hacer en esos casos?- Dijo Ran jugando con su trencita -Supongo que si- Le respondió con los ojos cerrados -Genial, acompáñanos- Sin esperar una respuesta, la tomó por debajo de los hombros, la levantó y se la llevó bajo su brazo como una maleta -¿Que haces?- Le preguntó pataleando -Llevarte con nosotros- Dijo como si nada -No, no voy a ir así- Se separó de los brazos del contrario y se fue a otra dirección -¿A donde vas?- Se preguntó al verla ir hacia atrás -Hay una fuente en donde muchas personas y niños se mojan, me voy a mojar, tengo mucha calor- Lo cual era verdad, ya que la temperatura de su cuerpo era demasiada para su gusto -Bien, esa será la primera parada- Ran la siguió, por lo que a Rindo no le quedó de otra que hacer lo mismo.

𝓛𝓪 𝓫𝓻𝓾𝓳𝓪 𝔂 𝓼𝓾 𝓶ú𝓼𝓲𝓬𝓪 [𝓽𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓻𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼] CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora