21. Mi culpa

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"¡Jungkook!"

"¡Camile no reacciona!"

"¡Llama a alguien por favor!"

Jungkook jamás olvidaría el tono exacto de esas frases, tampoco el dolor tan profundo que su alfa había clavado en su pecho de repente. Miedo, sentía miedo.

— Es mi culpa. — Las lágrimas de Taehyung eran incontrolables y el corazón de Jungkook se rompía con cada una de ellas. — Algo hice mal. Seguro lo hice mal. Yo lo hice.

Sabía que sin importar lo que dijera, era imposible borrar ese pensamiento de la mente del omega.

Pasaron horas cuando Hoseok y Yoongi al fin pudieron llegar al hospital.

— Disculpen ¿En qué puedo ayudarlos? — Una enfermera se acercó a la preocupada pareja.

— Eh... Buscamos a una niña... — Hoseok nunca había tenido problemas en hablar bajo presión, pero la desesperación que sentía en ese momento, sumado a que realmente no sabía cómo preguntar por la pequeña infante le estaba jugando en contra.

La enfermera debió notarlo en sus olores y en sus aspectos tan desaliñados.

— Pediatría es el segundo piso, ahí podrán darles información.

Yoongi corrió escaleras arriba con su esposo pisándose los talones.

Al llegar al segundo piso, no fue necesario preguntar nuevamente, pudieron localizar a los jóvenes de inmediato.

Jungkook estaba sentado en una fría silla de metal debajo de una luz brillante, acunando a Taehyung en brazos. A pesar de estar dormido de sus labios aun salían sollozos y quejidos.

Ambos estaban cubiertos con una manta de hospital y se encontraban en un estado lamentable, ojerosos, con la mirada cansada, tiritaban de frío y en el caso de Taehyung pareciendo recién salido de una pelea, con las mejillas y los ojos rojos e inflamados.

Jungkook fue el primero en verlos. Con suma delicadeza acarició la húmeda mejilla de Taehyung despertándolo de su terrible dormir, fue fácil, lo que menos podía hacer el chico era descansar.

— Hyung...— Taehyung despertó y de inmediato estaba en brazos de su mejor amigo, Yoongi lo recibió con los brazos abiertos sosteniéndolo con fuerza, compartiéndole todo su apoyo. El rubio apenas se soltó para atraer a Hoseok a unirse a su abrazo.

— ¿Están bien? – preguntó Hoseok dirigiéndose a Kook mientras tomaba el turno de abrazar a Taehyung.

El alfa respondió solo con un levantamiento de hombros.

— No nos han dicho nada. — Respondió la pregunta que aún no había hecho —Gracias por venir.

— No los íbamos a dejar solos.

Taehyung se alejó y tomó asiento nuevamente. Sorbió por la nariz y se aclaró la garganta, intentando sonar lo más tranquilo que pudiese.

— ¿Y Soonie?

— Con Namjoon y Seokjin.

— Ya veo...

En otras circunstancias se habrían alegrado de que sus cuatro amigos se estuviesen llevando tan bien y tuvieran la suficiente confianza, pero ninguno de los dos podía tener algún otro sentimiento que angustia.

Yoongi se rascó la nariz y los brazos, reaccionando al olor amargo del alfa de Jungkook.

Hoseok aprovechó el silencio para sacar varios envoltorios del bolso que habían traído y colocarlos en las manos de los jóvenes. Estaban tibios y se sintieron reconfortantes en sus heladas manos.

Un lugar al que pertenecer 𝖨𝖨 TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora