27. El nombre con J

420 34 3
                                    

El timbre sonó una y otra y otra vez, haciendo retumbar toda la casa.

Definitivamente ninguno de los presentes esperaba algo así pero Taehyung tranquilamente dejó su tarea del momento y salió de la cocina con una sonrisa.

Parece que llegó papi.

La niña sonrió como nunca. El rubio alentó a la pequeña, quien dejó de jugar inmediatamente para correr hacia la puerta.

Taehyung corrió también, bajando la velocidad a propósito para dejar que la pequeña y competitiva alfa llegara primero.

— ¡Gané papá! – La niña de casi seis años ahora celebró con su voz infantil. Haciendo sus saltitos de la victoria aprendidos de Namjoon seguramente.

Taehyung se rió en voz alta.

— Si cariño, me ganaste. Eres muy rápida.

— ¡La más rápida!

— La más rápida. — El omega la levantó entre sus brazos y la hizo girar, haciendo que esta riera justo cuando el timbre volvió a sonar.

No quitó esa enorme sonrisa cuando estiró su brazo para abrir.

— Bienvenido a casa pa... — La sonrisa de Taehyung desapareció completamente.

Fuera de la puerta, no estaba Jeon Jungkook.

***

— ¡Papi!

El alfa estaba llevando unos papeles de un piso a otro de la empresa cuando la voz de su pequeña hija llamó su atención y la de algunos de sus compañeros de trabajo.

La niña corrió hacia el meciendo su querido oso de peluche de lado a lado.

— Mi vida. — Jungkook la recibió con los brazos abiertos. La apretó como nunca contra él, pero Camile no se percató del cambio.

Jungkook observó sobre el hombro de su pequeña, sabiendo que su pareja no estaba tras ella

— Jungkook.

— Hola Yoongi Hyung, no los esperaba aquí.

— Honestamente yo tampoco. Tae me llamó para que cuidáramos a Camile y yo le insistí en venir a avisarte.

— También fue mi idea, papi. – Jungkook apretó más a la niña en un abrazo y la volvió a bajar.

— Seguro que sí, mi niña lista ¿Por qué no vas a saludar a Hyuna, cariño? – El joven miró a los lados como si escondiera un secreto y susurró en su pequeño oído. — Y convéncela de comprar algunos dulces.

La niña asintió repetidamente y corrió por la oficina hasta donde sabía que encontraría a su amiga grande, como ella le decía.

Cuando Jungkook volvió a su altura original la sonrisa se borró. Su olor se amargó lo suficiente para hacer a Yoongi arrugar la nariz.

Él ya sabía que algo pasaba. Lo había sentido en lo profundo del pecho.

— Ahora sí ¿Qué pasa?

No fue necesario que respondiera esa pregunta, pues solo con la mirada que le dedicó y el repentino dolor en el pecho, Jungkook ya había salido corriendo camino a casa.

El único momento en el que se detuvo fue cuando ya se encontraba frente a la puerta intentando controlar el temblor de sus manos para poder abrirla.

No entendió lo que pasaba hasta que entró sin molestarse en quitarse los zapatos y se encontró con más de una persona en casa.

—Tiempo sin verte Jungkook.

—Igualmente, Jimin...

***

La visita no duró mucho. Tampoco hubo mucha conversación. Solo unas cuantas frases, completamente unidireccionales.

"Es muy agradable verlos. Han crecido mucho. Estoy tan feliz de que estén bien, y que estén felices. Tienen un hogar hermoso... Muchas gracias por todo. Los amo mucho. Tengo un vuelo que tomar."

Park Jimin volvió por donde había llegado sin mucho más

Un lugar al que pertenecer 𝖨𝖨 TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora