Taehyung se había alejado de la fiesta minutos atrás. De pie en el patio aún podía escuchar las conversaciones de sus amigos si se lo proponía.
Respiró profundamente el frío aire nocturno y levantó los brazos para estirarse, hacia arriba, hacia la diosa luna que lo alumbraba todo.
Fue reconfortante sentir los cálidos brazos de su esposo en volverlo por la cintura y arroparlo con su cuerpo. Jungkook en su plena felicidad sintió su respiración y corazón acoplarse a los de Taehyung, junto con un zumbido bajo de emoción y felicidad.
— Ella ama hablar con él. — Sabía de quienes hablaba sin necesidad de que se lo dijera. Sabía que detrás de ellos en un punto alejado Camile estaba hablando y riendo con Jimin.
— Ella ya lo había perdonado antes que nosotros... antes que yo. — Jungkook sonrió a su esposo y volvieron a quedarse en silencio.
Juntos se mecieron ligeramente bajo la brisa de invierno, estaban tan cálidos uno contra el otro que no importaba. Rieron al escuchar la risa de Camile, Soonie y Jimin antes de que una pegajosa música navideña iniciara nuevamente.
El ambiente era tan animado.
Su casa nunca había sido tanto un hogar.
— La criamos bien ¿Verdad? Lo hicimos muy bien...
Taehyung asintió a Jungkook, al aire y a la luna.
— Espero que lo hagamos igual con el que viene.
— Sí, espero que... ¿Qué?
Con una sonrisa en la cara y la mirada fija en la luna, Taehyung tomó las manos que descansaban en su pecho entre las propias y las bajó hasta que descansaran sobre su vientre. Sobre el ligero pijama que traía apenas se sentía abultado.
—Camile lo escuchó esta mañana. Ni yo lo sabía.
El alfa amplió las palmas y lo acercó más hacia él. En su interior su lobo agudizó los sentidos, y el zumbido, que realmente no era uno, tomó ritmo.
No era un zumbido.
Era un latido.
Un tercer latido.
— Feliz navidad, Jungkook.
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Un lugar al que pertenecer 𝖨𝖨 Taekook
FanfictionEl día que la puerta volvió a sonar Taehyung estaba dispuesto a escuchar la explicación de Jimin antes de preguntar. Pero la parte de él que regresó no podía dar explicaciones, no tenía respuestas, no tenía la culpa y no podía cuidarse sola.