Un lugar al que pertenecer 𝖨𝖨 Taekook

18. Guardería

— Si sabes que deberían inscribirla a la guardería Taehyung ¿No?

— ¿Por qué?— La voz de Taehyung salió ahogada.

El omega estaba acostado sobre su pecho en el suelo con las piernas abiertas a los lados en un grandioso split desde hacía ya unos buenos minutos, todo porque Camile había decidido subirse a su espalda y dormirse allí como un gato mientras él estaba estirando.

Namjoon negó para sí mismo y levantó al pequeño cachorro que se acurrucó contra él. Taehyung no la culpó. El adulto aún tenía el olor tan característico y calmo de un bebé feliz gracias a Jisoo. Instintivamente era un olor que daba confianza.

— Jungkook y tú tienen que trabajar y también tienen que tener tiempo para ustedes, Tae. Además, debería acostumbrarse a otros olores y sonidos sin que ustedes estén ahí también o después va a ser muy difícil para ella cuando vaya a la escuela...

Taehyung sufrió en voz alta, quejándose todo el camino hasta volver a sentarse con la espalda hacia arriba. El alfa no quería saber que le había sonado al moverse.

— Si... si, tienes razón.

Namjoon asintió al ritmo de sus mecidas.

— Cuando vaya a casa te pasó el número y la dirección de la guardería de Jisoo, es un buen lugar.

Realmente Jungkook ya había ido allí y le había parecido un lugar lindo, había llevado a Seokjin en auto una vez que Namjoon tuvo que trabajar más de lo planeado.

La pareja menor se había sorprendido de lo pronto que había sido inscrita, pero toda la familia, incluyendo al bebé, parecía feliz. Los adultos pudiendo trabajar y salir, y la pequeña creciendo cada día más con sus amigos.

Camile, con lo sociable que ya parecía, seguro sería feliz.

—>> Te escucho pensar Tae.

El omega lloriqueó.

— Ya... está bien, pásame el número, pero primero hazme otro favor.

— ¿Si?

— Ayúdame a levantarme, no siento las piernas.

***

El lugar realmente era muy lindo y amplio.

En el salón de Camile había 7 niños incluyéndola a ella, y tres maestros, una señora mayor beta y un chico y una chica omegas que habían sido muy amables con ellos.

Camile entró a su primer día de guardería a lo grande, sentada sobre los hombros de Jungkook. Observando a todos desde arriba con alegría.

Ambos esperaron a que llorara al dejarla, pero ella fue muy tranquila a los brazos de su cuidador.

— ¿Seguro que estará bien Felix? Podemos quedarnos si...

— No se preocupen, Taehyung-ssi, Jungkook-sii – Los interrumpió.— Ella estará bien, y los llamaremos si pasa algo, lo prometo. Vamos Camile, diles bye bye a tus papás.

La pequeña imitó al chico moviendo su mano y a Taehyung le dolió el pecho.

Ambos chicos esperaron sentados fuera de la escuelita, sentados en la calle, a que pasaran las dos horas de su primer día.

Casi no hablaron, solo miraron sus teléfonos fijamente y se comieron un yogurt helado cada uno para superar la pérdida.

Cuando se cumplió el tiempo, abrieron la puerta de la clase con miedo de encontrar a su pequeña niña llorando y gritando desde que la dejaron.

Y estaba gritando... pero de felicidad.

La encontraron sentada frente a todos los demás niños y niñas "dirigiendo" un concierto lleno de ruido desordenado.

La abuela les sonrió entregándoles el bolso de la pequeña.

— Toda una líder de manada. Va a tener una gran personalidad, se los aseguro.

Taehyung parpadeó perplejo.

— Parece que tenemos una líder.

— Si, eso parece.

— Mejor nos vamos preparando para cuando saque esa "Gran personalidad''.

Pasaron por otro yogurt antes de ir a casa.