Taehyung entró a la casa cargado mínimo una decena de bolsas en las manos.
Una semana atrás el omega había terminado un proyecto bastante grande y como recompensa decidió darse el lujo de salir de compras y despilfarrar su dinero. Así que tomó a Hoseok con un brazo, a Seokjin con el otro, y obligó a los rezagados a cuidar a las niñas mientras ellos iban a consentirse.
Un par de horas después volvía a casa con su cabello rubio brillante recién retocado y sin una sola raíz y una carga de cosas que seguramente no necesitaban.
— Cariño, ya llegué.
Unos brazos retiraron las bolsas que traía encima y las llevaron a la cocina para luego poder darle su merecido abrazo.
— Bienvenido a casa.
Entre una conversación agradable de cómo había sido la mañana y uno que otro beso y abrazo, Jungkook desempacó toda la ropa nueva que deberían lavar antes de usar y se dedicó a ordenar los víveres que el omega había aprovechado de comprar en la despensa.
— ¿Después de arreglar esto vemos una serie? — Preguntó el rubio mientras acomodaba las cosas dentro de la heladera, esto lo incluía a él también, pues estaba completamente dentro de ella buscando arreglar todo a la perfección.
— Claro. Tenemos que terminar con Code Geass de una vez por todas.
— Entonces cuando terminemos aquí bajas a Camile. La extrañé.
— ¿No la habías llevado contigo?
Un golpe sonó en el techo del refrigerador y Jungkook cerró un ojo casi sintiendo el dolor físicamente.
Con mucha calma y paciencia Taehyung sacó la cabeza, pequeños puntos de escarcha estaban repartidos en sus pestañas y su nariz ya estaba roja debido al frío. Jungkook casi quiso apretar sus mejillas hasta hacerle daño. Pero la mirada que traía hizo que diera un paso atrás.
— Te dije que iba a dejarla aquí, y que la cuidaras y que la vigilaras porque se arrastra y se hace daño...
— Oh.
Silencio.
» — ¿¡Qué diablos haces aun parado ahí como tonto!? – La cara entera de Taehyung cambió a rojo antes de cerrar el refrigerador de un portazo y correr a su teléfono.
Ambos salieron disparados a la sala de estar donde se separaron. Buscaron por todos los rincones donde pudieron, revisaron tres veces cada sitio. Entre los cojines del sofá, en los gabinetes, cualquier lugar donde podría, o no, entrar un bebe. Ella no parecía estar cerca.
Camile ni siquiera podía recorrer un metro en un minuto arrastrándose.
— ¡Donde algo le haya pasado a mi bebé te mato Jeon!— El grito de Taehyung se escuchó desde el piso inferior.
— ¡También es mía!
— ¡Eso no quita que vaya a matarte! ¡Puedo ser padre soltero!
Volvieron a la cocina igual que habían salido, sin señales de la pequeña. Pero si con un teléfono en cada mano (y uno sostenido entre la oreja y cuello) todos con la marcación rápida a alguien conocido.
— Tú llama a Yoongi, yo tengo a Hoseok y Jin en espera.
— Yo ya tengo emergencias y a mi mamá.
— ¿En qué nos ayudará tu mamá aquí? ¡Está en las Maldivas!
— ¡No lo sé! ¡Soy un padre terrible!
— ¡Si, lo eres!
— ¡No ayudas, Taehyung!
— ¿¡Qué quieres de mí!? Acabo de perder una hija y no es mi mejor día.
— Papá.
— La descuido veinte minutos y la pierdo, soy el peor padre del mundo.
— Papá
— Vamos a encontrarla solo llamemos a la policía y ell...
— ¡Papá!
Ambos chicos se quedaron mudos. Bajaron la mirada con mucha lentitud encontrándose unos grandes ojos negros junto a la puerta, grandes ojos que los miraban fijamente con una expresión irritada.
Después de ser observada un rato y de que se cansara de ser ignorada, Camile salió por sí misma a gatas por la puerta.
Ella acababa de gatear por primera vez.
— Ella...
— Si, acaba de irse sola por la puerta.
— ¿Qué haces ahí parado? ¡Trae la cámara!

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Un lugar al que pertenecer 𝖨𝖨 Taekook
FanfictionEl día que la puerta volvió a sonar Taehyung estaba dispuesto a escuchar la explicación de Jimin antes de preguntar. Pero la parte de él que regresó no podía dar explicaciones, no tenía respuestas, no tenía la culpa y no podía cuidarse sola.