Omegacember Damiterry

Ofrenda

Terry estaba harto de esperar, todos en la mansión sabían que le gustaba a Damian, pero por alguna razón el alfa no daba el siguiente paso y se estaba hartando.

¿Por qué debía esperar a que él comenzará el cortejo? Era una tradición ridícula, también podía empezar el cortejo él.

Y fue así como lo decidió, le daría el mejor regalo a Damian, estuvo algunos días pensando en que darle hasta que se decidió por algo.

– Explícame otra vez porque te estoy ayudando en esto.- dice el de mechón blanco conduciendo el auto.

– Fuiste el primero que vi entrar, y como eres un fantástico hermano me trajiste a elegir que animal adoptar.

– Número uno, no somos hermanos. Número dos, Dick es una mejor opción para esto y número tres ¿No ibas a esperar a que Damian iniciará?

– Ya me cansé de esperar a que lo haga. ¿Qué tiene de malo iniciar yo?

– Nada, es solo que me sorprende.- alza los hombros estacionandose donde el omega le había indicado.– ¿Por qué un animal?

– Damian ama a los animales.- sale del auto dirigiéndose a la puerta del establecimiento.– ¿Qué es más directo que un ser vivo que cuidaremos los dos como señal de que quiero algo con él?

Caminan por el lugar siguiendo a la persona que los había atendido hasta atrás donde se encontraban los animales.

– Y será adoptado ¿Por qué...?

– Está mal comprar animales, Jason.- se queja el más bajo agachándose para ver a un perrito que tenía una patita lastimada.

– Creí qué veníamos por un gato... Ni creas que dejare que subas un perro a mi auto.- se queja al notar esa mirada que le daba al animal.

– De acuerdo, le diré a Dami que vengamos después.- sigue caminando hasta llegar a donde tenían a los gatos.

Tardaron un buen rato en decidir cuál sería la mejor opción, principalmente porque le encantaban todos los gatos que veía.

Al final se decidió por un precioso gato negro con algunas manchas en el cuerpo de color blanco, tenía un ojo azul y otro verde.

– Son tú y el demonio en un gato.- comentó Jay en cuanto vio al felino.

Regresaron exaustos a la mansión, pero muy felices de conseguir lo que buscaban.

Damian los vio bajar del auto, notó la emoción de Terry mientras Todd le entregaba una jaula en la que dentro debía haber algún animal y sintió una extraña opresión en el pecho.

Fue directo a su habitación a esconderse. ¿Sería que Jason le había regalado el animal al omega? ¿Lo estaría cortejando? Pero Terry y él estaban en algo ¿No?

Le dio mil vueltas en su cabeza al asunto hasta que alguien abrió su puerta sin permiso.

– Damiii~- canturrea el omega de ojos azules entrando al lugar con la jaula que vio abajo entre los brazos.– Tengo una sorpresa para ti.

– ¿Si?- lo mira atento sentándose en la cama.

– Se que se supone que debía esperar a que tú iniciaras, pero no lo hacías y al carajo las tradiciones.- deja la jaula sobre la cama abriendola para que el pequeño animal saliera.

Damian quedó encantado al ver al felino, lo levantó con cuidado y lo acarició.

– Espera... ¿Qué es esto?- lo mira confundido sin soltar al animal.

– Te estoy cortejando, Dami, me cansé de esperarte y lo estoy iniciando yo.- baja la jaula para sentarse a su lado.

– Pero... Ya lo había iniciado, te di el collar que llevas puesto.- señala con la cabeza al cuello del omega.

– ¿Qué? Creí que solo era un regalo de cumpleaños.- lo mira sorprendido por la nueva revelación.

– Yo creí que lo usabas porque habías aceptado el cortejo.- sonríe de lado algo divertido por la confusión.

– Oh... Bueno...- se queda un momento sin saber que decir y suelta una ligera carcajada.– Ahora tenemos un gato.

– Me gusta el gato.- deja un pequeño beso en la cabeza del felino y lo voltea a ver.– Me gustas tú.

– También me gustas.- se acerca a él para poder besarlo.

Al menos su intento de cortejo no salió tan mal.