Omegacember Damiterry

Cuello

Damián y Terry habían comenzado a llevarse bien, eran algo unidos y siempre estaban juntos, esto se debía a varias cosas.

Un claro ejemplo era que ambos se sentían bien al lado del otro, seguros, como en casa de una manera un poco extraña ya que no sabían cómo describirlo.

Además habían empezado a tener una costumbre algo curiosa en palabras de Alfred, pues cuando alguno o ambos se sentían estresados, ansiosos, asustados o cualquier cosa que pudiera alterarlos de alguna forma iban corriendo a buscar al otro, Terry solía esconder su rostro contra el cuello del mayor mientras esté hacia lo mismo, era tranquilizador.

Aunque nadie sabía sobre esto, nadie además de Alfred, claro estaba.

En una ocasión en la que los demás miembros de la familia fueron de visita a la mansión fue que todos descubrieron lo cercanos que eran.

Todo empezó tranquilo, estaban por cenar Terry conversaba con Tim y Dick en la mesa mientras esperaban que los demás llegarán, fue entonces que escucharon un claro y molesto "quítate de encima, no soy tu caballo", pero igual vieron al dueño de esa voz entrar al comedor con Stephanie sobre su espalda mientras reía divertida, ninguno de los dos tuvo tiempo de reacciónar cuando Jason apareció por el mismo lugar que ellos.

– ¡Yo también quiero!- gritó lanzándose sobre alfa y beta tirando a ambos.

Todo fue risas hasta que escucharon a Damián quejarse en el piso.

– Haste a un lado idiota.- intento empujar al otro alfa, pero sólo consiguió que este enterrara con más fuerza su codo contra su costilla sacándole otro quejido.

Antes de que Dick pudiera siquiera decir algo Terry ya se había levantado y empujado a Jason para que se alejará del Wayne más joven.

– Lo estás lastimando.- dice como si fuera la razón más lógica para su comportamiento, lo cual en realidad si era, pero nadie se esperaba algo así.

Jason no era una amenaza directa pues estaba más confundido y sorprendido que otra cosa, pero aún así las alarmas de Damián se encendieron en seguida.

– Terry.- lo llama para atraer su atención, cosa que no fue nada difícil.

El omega volteó hacia su alfa y casi tan rápido como había quitado a Jason, se sentó en sobre sus piernas escondiéndose contra su cuello provocando que el ojiverde hiciera lo mismo.

Incluso Bruce se veía sorprendido por esas reacciones, nadie supo que decir y como buen abuelo que Alfred era, llamó la atención de todos quitándole importancia a lo que estaba sucediendo y provocando que todos dejaran de pensar en eso para centrarse en la cena.

Dejaron que los más jóvenes de la casa se quedarán un momento más cómo estaban antes de que decidieran unirseles para cenar.