Anidados

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Habían sido unas semanas muy estresantes para Terry, entre sus labores como vigilante, en la escuela y su trabajo de medio tiempo apenas tenía tiempo de dormir, Damian le insistía en que podía dejar ese trabajo, no era necesario tenerlo al vivir con ellos y si tanto le preocupaba podría trabajar en vacaciones, pero presupuesto que el omega se negaba a algo así.

Pero como era de esperar, llego un momento en que ya no pudo más y solo se derrumbó.

Se encerró en su habitación, no salía por nada, el único que había entrado era Alfred ya que Damian se encontraba fuera, pero en cuanto le comentaron lo que sucedía regreso al instante, le preocupaba lo que pudiera pasar con él para que se encerrara de esa forma y dejara todo botado.

Al llegar a la mansión fue directo a la habitación del omega y entro, esperaba recibir algún golpe, tal como los demás habían dicho que les sucedió, pero nada de eso paso.

- ¿Terry? ¿pasa algo? - pregunto en un susurro caminando con cuidado por la habitación, todo estaba a oscuras, cortinas cerradas y luz apagada.

No obtuvo respuesta, pero logro llegar a la ventana para abrir las cortinas de par en par, al voltear lo primero que vio fue la gran cantidad de ropa que se encontraba en la cama ¿esa era su sudadera favorita?

-Dami. - se alcanzó a escuchar entre las capas de tela antes de mostrar un par de ojos azules.

-Un nido. - dice curioso acercándose a la cama para detenerse frente a esta viendo el par de lindo ojos del omega.

- ¿Quieres entrar conmigo? - se remueve en la cama para que el alfa pudiera entrar con él lo cual hizo, no tardo ni dos segundos en quitarse los zapatos para poder entrar al nido.

Al joven alfa le parecía extraño estar de ese modo, pero también se sentía bien, dejo de pensarlo y solo se acomodó en el estrecho lugar para abrazar al omega.

Pasaron al menos dos días más antes de que ambos salieran de allí, Terry por suerte se encontraba más tranquilo que antes así que todo fue mejor a partir de allí, acepto que Damian tenía razón y renuncio a su trabajo de medio tiempo y se centró solo en la escuela pues el de ojos verdes también lo cubrió en las noches como vigilante.

Le agradecía al mayor todo lo que hacía por él y cuanto se preocupaba, tal vez no era tan malo después de todo.

Omegacember DamiterryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora