Capítulo [19]

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VIERNES ── 6 DE JUNIO, 2008

Nanami mantuvo su ceño fruncido mientras sujetaba la bolsa con hielo sobre la mejilla de Shinichiro. En unos sillones viejos que estaban en la parte del taller estaban Wakasa y Takeomi sentados y riéndose de tal vez qué cosa; Benkei estaba sentado en una silla aparte al lado de Shinichiro y trataba de entablar una conversación con Nanami, que estaba avergonzada.

—Le cae en la nariz y la rompes. —exageró el moreno.

—No estaba atento, en otra situación la hubiera esquivado —se defendió Shinichiro—. Nunca hubiera imaginado que me recibirías con un puñetazo, la vez pasada no reaccionaste así. — refunfuñó, refiriéndose a la primera vez que salieron a almorzar juntos.

—Quizá tenía ganas de darte un puñetazo —habló entre dientes, soltando un suspiro agotado—. Lo lamento, Shin, solo que me sorprendiste y últimamente he estado un poco paranoica.

Su comentario calló cualquier murmullo y risa del lugar sin notarlo ella, a la cual le empezaba a doler la mano sujetando la bolsa con hielo.

—¿Pasó algo? —preguntó con interés Shinichiro luciendo su típico rostro tranquilo.

Nanami no respondió al instante, ya que en ese momento solo podía pensar en lo dolida que estaba con Shinichiro, ella solo quería oír una buena excusa por la cual sin querer reabrió una herida en ella.

—Últimamente siento que alguien me sigue, pero creo que solo estoy estresada por la universidad. —respondió finalmente, encogiéndose de hombros.

Nanami volvió a ignorar el masivo intercambio de miradas, todavía concentrada en buscar una mejor manera para agarrar la bolsa con hielo.

—Entonces reaccionaste bien —felicitó Benkei, que a pesar de parecer estar enojado en todas las ocasiones que lo había visto, él siempre era amable con Nanami y quien más trataba de entablar conversaciones con ella—, ¿puedo ver tu mano?

La chica le entregó la bolsa a Shinichiro y se acercó al moreno, estirando su mano con los nudillos un tanto rojizos.

—Has dado bien el golpe, felicitaciones. —le dedicó una corta sonrisa. 

Y como todas las felicitaciones le caían bien a Nanami, ella sonrió.

—Mi hermano me enseñó lo básico. —explicó, haciendo que él levantara una ceja interesado.

—¿Es bueno peleando?

—Supongo, en la secundaria se lo pasaba de pelea en pelea.

—¿Cómo se llama? Quizá lo conozca. 

Nanami dudó en responder.

—No creo que lo conozcas, somos mellizos, tenemos la misma edad. —esquivó la pregunta acercándose hasta sentarse en el brazo del sillón individual que ocupaba Shinichiro con su mejilla roja.

—¿Mellizos? Es muy raro conocer mellizos —comentó Takeomi.

—Yo solo conocía a los gemelos Kawata. —concordó Benkei.

La conversación se dispersó, al principio Nanami prestó atención, pero Shinichiro se la terminó robando cuando apretó su muslo desnudo de manera delicada. 

Al observarlo de cerca y sin nada de adrenalina en su cuerpo, ella reconoció un par de ojeras debajo de los ojos oscuros de él y hasta sospechó de encontrarlo más pálido de lo que era.

—Nanami —la llamó de manera delicada, solo queriendo su atención y no la de sus amigos. 

La delicadeza con la que le habló hizo que el corazón de la chica se oprimiera y cualquier molestia que tuviera fuera disminuyendo.

THE CHILL PILL; s. shinichiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora