Capítulo [24]

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LUNES ── 9 DE JUNIO, 2008


Kyomi observaba a su amiga con los ojos bien abiertos, sorprendida de todo lo que acababa de enterarse. 

Nanami trataba de verse relajada frente a ella, pero sabía que por más bien que actuara frente Kyomi, ella no se la dejaría pasar.

—Ven a mi casa —ofreció la pelinegra—, mi papá es policía, él podrá cuidarlos-

—No planeo ni exponerte a ti ni a tu familia, Kyomi. —habló en un susurro serio Nanami, mirando de reojo hacia todos los lados de la biblioteca.

Habían acordado juntarse ahí esa mañana, ya que solo podían entrar estudiantes y, por consiguiente, era un lugar seguro para hablar con su amiga.

Nanami sentía que la única persona que la podría comprender era Kyomi, por lo que había esperado pacientemente a que su peor fin de semana terminase para contarle todo lo sucedido, desde el intento de ataque hasta lo sucedido en su casa.

—Fue mi decisión salir con Shinichiro incluso sabiendo su contexto, todo lo que debe pasar debe pasarme solo a mí.

Kyomi frunció el ceño con molestia.

—No seas ridícula —siseó—, no mereces nada de lo que te pasó, todo es culpa del imbécil ese.

—Él tampoco sabía que eso podría pasar.

—Pero te puso en riesgo al llevarte en todos esos lugares con criminales.

—Me llevó porque yo acepté —Nanami exhaló sin querer discutir con su amiga—, no hay que buscar culpables, ahora están trabajando en una solución...

—Pero sigues metida ahí, cualquiera podría llegar —se exaltó la ojiamarillo—. Te prometo que no hay problema de que vengas a mi casa, mamá te adora y a papá le caes bien-

Nanami le tapó la boca a su amiga.

—Kyo, ya te dije que no.

Sintió como su amiga apretaba los labios con fuerza y quitó su agarre.

—La puta que me parió. —maldijo con molestia.

—Lo otro que te quería decir... —Nanami carraspeó, sintiendo como lo que iba a decir empezaba a dolerle—, es que sería mejor alejarnos por un tiempo, ya sabes, dejar de salir jun-.

Ahora a Nanami le taparon la boca. Pudo ver como la mirada de su amiga amenazaba con cristalizarse.

—Ni se te ocurra terminar de decirlo —amenazó—, no se te ocurra pedirme eso cuando estás en peligro.

Nanami se soltó del agarre.

—Me refiero a seguir hablando en la universidad, pero-

—¡Cállate! —Kyomi se tapó ambos oído—. No te oigo, no te oigo.

—No seas infantil, lo hago por ti. —habló con la garganta ardiéndole la teñida.

—Pues no me pidas mierdas —gruñó destapándose los oídos—. Por lo que entiendo la que está "fichada" eres tú, no yo, y por muy feo que suenan irán por ti, no por mí.

—Pero si te ven cerca mío...

—Nami —cortó—, eres mi mejor amiga...

—Te lo pido por favor, Kyomi—suplicó—, te juro que solo será un tiempo.

Ambas amigas se quedaron observando en silencio.

Kyomi inhaló y exhaló con fuerza: —Me lo encuentro por la calle y no se va a salvar del combo que le voy a dar.

THE CHILL PILL; s. shinichiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora