LUNES ── 18 DE ABRIL, 2011
—El segundo plano está listo, vamos a empezar el tercero y lo ideal sería que lo terminemos con Madison éste fin de semana y así en la cuarta semana te ayudaríamos a terminar con las maquetas. —explicó su plan Bailey.
Nanami asintió sin apartar la mirada del segundo plano que la pelirroja le estaba mostrando. El trío de mujeres llegó a terminar los últimos detalles esa mañana —Nanami a mirar, ya que terminó la primera maqueta la semana pasada—, lo que no había demorado más de una hora.
—Me gustó el diseño, ¿ya tiene una idea para el tercero? —preguntó la menor.
—Haré un modelo alargado, quedarán menos espacios verdes, pero podríamos implementarlas dentro del hotel, el señor Kurokawa solo habló de cumplir con un número de habitaciones, así que no es necesario que sea tan alto. —explicó.
La mirada de Nanami giró hacia Madison, la cual seguía observando la maqueta que ella terminó el viernes. Al lado de la mujer estaba Tyler.
La menor trató de actuar como si no estuviera nerviosa de que no dijeran nada de su trabajo.
—Mientras más variados sean los diseños mejor. —comentó Nanami.
La peliazul empezó a hacer los cálculos de las medidas para la segunda maqueta con ayuda de Bailey, que no parecía muy entusiasmada por empezar su tercer plano.
—Relájate, la maqueta quedó bien. —aseguró Madison sentándose a su lado.
Nanami ni siquiera se había percatado de la rigidez de su cuerpo: —La miró en silencio, pensé que no le había gustado algo.
—Estaba mirando lo detallista que fuiste, Nami —explicó—, has hecho un buen trabajo, no es necesario que hagas horas extras durante esta semana, la próxima semana entre las tres avanzaremos rápido.
La susodicha sonrió agradecida y siguió anotando los cálculos.
La hora del almuerzo llegó con lentitud, Nanami después de sacar cálculos pasó gran parte de su mañana cortando materiales con ayuda de Tyler. Como era costumbre, el grupo bajó por el ascensor hacia el primer piso en dirección al comedor.
—Estoy empezando a aburrirme del arroz. —admitió Tyler cuando salieron del ascensor.
—Solo aguanta dos semanas más y podrás volver a tu comida grasosa y sin sabor. —animó burlona Nanami.
—Te burlas de nuestra comida, pero yo no olvidaré la semana que solo comiste papas fritas y pollo. —comentó de fondo Bailey.
—¡Bailey! —se quejó—, ya te dije que fue por el cupón...
El grupo estaba por cruzar la puerta del comedor cuando una voz detuvo a Nanami, que giró la cabeza con brusquedad.
Su sorpresa fue grande cuando a pocos pasos de ella estaba Inui Akane con un largo vestido floreado y una cartera colgando de lado. Nanami se esforzó para no demostrar nada.
—¿Me-e llamó a mí? —preguntó señalándose.
Se hizo a un lado para no tapar la entrada y lamentablemente todo su grupo de trabajo la imitó. Con la mirada trató de echarlos, pero sin éxito.
—Sí, ¿me recuerda? —preguntó imitando su acción.
¿Cómo no podría?, pensó.
—Nos vimos hace poco, no tengo mala memoria —se obligó a sonreír amable, más que nada por tener a todo su grupo observándola—. No estoy segura de qué quiere, así que ustedes entren primero por favor. —se dirigió al resto sonando casi como una súplica.
ESTÁS LEYENDO
THE CHILL PILL; s. shinichiro
Fanfiction鎮痛剤 ── Matsuno Nanami ayudó a un joven hombre sin saber que él estaba relacionado con las dos grandes pandillas de Tokio. o Donde Shinichiro es como una figura paterna y Nanami nunca conoció a su padre PRIMERA PARTE finalizada SEGUNDA PARTE en proc...