VIERNES ── 20 DE JUNIO, 2008
Esos dos días habían sido especialmente extraños para Shinichiro; él no esperaba que después de ese incómodo reencuentro familiar Nanami estuviera bien, pero tampoco esperaba que al despertar en medio de la noche se encontrara a la chica frente al espejo del baño cortándose el cabello.También estaba más distraída de lo normal, había quemado una olla con arroz sin darse cuenta, el hombre no entendía cómo no explotó la habitación después de estar casi tres horas con el gas funcionando.
Todo en dos días.
En ese instante, Nanami estaba completamente aislada en su propio mundo sentada frente al mesón del cual se había apropiado, quizá por la buena iluminación y su cercanía al ventilador.
Chifuyu, que parecía tener un sexto sentido cuando se trataba de Nanami —o quizá ella le había contado lo sucedido—, la había obligado para ese día en ir al lobby de Baji y Draken para pasar la tarde en la piscina que tenían en la terraza. También irían Emma y Senju, Shinichiro iría en la tarde, ya que no podía cerrar temprano ese día.
El pelinegro se limpió las manos con el paño mientras veía de manera distraída a Nanami que seguía escribiendo con una mano mientras con la otra comía de una ensalada de fruta que había hecho ella misma, lo único que podía hacer sin quemar.
Cuando tuvo las manos limpias se acercó hasta la chica, dejando de lado todo su trabajo en la motocicleta, y se paró detrás de ella, abrazándola por la cintura.
—¿Te habló Keisuke? —preguntó.
Nanami dejó de responder los problemas matemáticos y giró un poco su cabeza para verlo.
—¿Ya quieres que me vaya?
Como respuesta le apretó ambas mejillas con una de sus manos y ella soltó un quejido.
—No es como que te vayas a librar de mí, iré después de que vengan a buscar la motocicleta.
Nanami sonrió de forma desganada: —Hace unos diez minutos Fuyu me llamó y me dijo que Baji había salido del lobby.
—Entonces está que llega —Shinichiro le besó la mejilla antes de alejarse y afirmar su espalda al mostrador, quedando frente a ella, pero a su lado—. Si te quieres ir antes de que llegue me avisas y solo te paso a buscar, ¿bueno?, nos inventamos alguna excusa para tu hermano.
Nanami asintió, estirándose sobre el asiento y casi cayéndose por el momento de desequilibrio. Shinichiro la agarró del brazo y la ayudó a estabilizarse.
—Tendré que comprar un asiento con respaldo —se burló el pelinegro—, ¿podría ser que cuando llegue sigas sin ahogarte?
La fémina frunció el ceño y señaló dos cajas en el suelo al lado del bolso que iba a llevar: —Shin, me estás mandando con un aro flotador y un par de flotadores de brazo, es imposible que me ahogue —rodó los ojos con una sonrisita—, me mandarás a pasar vergüenza.
Shinichiro ladeó la cabeza y se acercó a abrazarla por la cintura, quedando entre medio de sus piernas abiertas. Ella se aferró a los lados de su camiseta.
—Solo me preocupo por ti —con una de sus manos le hizo levantar la barbilla y le dio un delicado beso en los labios—, así que no quiero saber que no te los colocaste allá.
—Tengo 19.
—Y mides 1,65 cm. mientras que la piscina mide dos metros, así que anda por la parte baja.
Nanami volvió a rodar los ojos con falsa molestia y afirmó su cabeza en el pecho de Shinichiro, disfrutando de su cercanía.
Para cuando había llegado Baji la pareja ya se había separado y estaban hablando sobre algunas cuentas de la tienda. Se despidieron fuera de la tienda de Shinichiro con un corto beso en la boca y entró al puesto de copiloto cargada con su bolso y cajas.
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THE CHILL PILL; s. shinichiro
Fiksi Penggemar鎮痛剤 ── Matsuno Nanami ayudó a un joven hombre sin saber que él estaba relacionado con las dos grandes pandillas de Tokio. o Donde Shinichiro es como una figura paterna y Nanami nunca conoció a su padre PRIMERA PARTE finalizada SEGUNDA PARTE en proc...