THE CHILL PILL; s. shinichiro

Capítulo [2]

LUNES ── 4 DE ABRIL, 2011

Nanami no había logrado dormir bien, estaba tan nerviosa por su primer día de trabajo que terminó despertándose una hora antes de lo necesario, hora que aprovechó para estar más tiempo en la bañera.

Lo bueno era que después de su conversación con Keisuke estaba más tranquila respecto al otro tema que le preocupaba. 

El pensamiento de que tendría que trabajar en Shinjuku, lo que hacía de la posibilidad de reencontrarse con algún conocido baja, lograba tranquilizarla. 

Aunque eso no había alejado por completo a dos personajes que rondaban por su cabeza: su madre y Shinichiro.

El solo pensar en ellos le producía sentimientos contradictorios: ella quería verlos, pero a la vez.

Su curiosidad respecto a qué había sucedido con ellos era grande, ¿cómo estarían ambos?, ¿Shinichiro seguiría con sus tiendas de motocicletas?, ¿su madre seguiría siendo una amorosa ama de casa?, ¿cómo estarían de salud ambos? Shinichiro fumaba por dos personas y su madre cada vez envejecía más...

—¿Nami? —la voy de Madison la sacó de sus pensamientos. Levantó la cabeza hacia donde la mujer junto a Tyler se estaban sentando frente a ella en la mesa, cada uno con una taza y plato a mano—, ¿esperaste mucho?

Ella negó con la cabeza y dejó de revolver su café con leche: —Buenos días, ¿cómo durmieron? 

—Bien, pero Bailey como siempre atrasada. —respondió Tyler antes de darle el primer mordisco a su ensalada. 

A pesar de que Tyler era el segundo más joven dentro del grupo, se veía mucho más maduro de lo que era con su vestimenta. Nanami casi perdió neuronas antes del viaje pensando en qué ropa era la adecuada para su primer viaje en el extranjero.

Al final se decidió por la misma ropa de siempre, que eran pantalones gabardina, una  camisa blanca y un blazer junto a cartera corta negra.

—Que no se hubiera atrasado sería un mal presagio. —bromeó Nanami.

Desayunaron en silencio hasta que Madison se dirigió a Nanami: —¿Estás nerviosa por tu primer trabajo de este tipo? 

Ella sonrió de manera tensa

—Mucho, pero confío en mis habilidades... y en mi japonés. 

A pesar de que algunos los miraban de manera extraña por hablar inglés, la conversación siguió fluyendo y cada vez más animosa. Madison estaba empeñada en tranquilizarla, cosa que agradecía. A los minutos apareció Bailey, la cual solo alcanzó a comer un poco de su tarta porque llegó la furgoneta encargada del traslado y tuvieron que irse.

Cuando estuvieron todos dentro y la furgoneta había avanzado unos metros, Madison, sentada en el puesto de copiloto, se giró a ver al resto de su equipo.

—No quiero colocarlos nerviosos —empezó mirando a los dos más jóvenes—, pero recuerden que en este junta no solo estará el CEO, también estará el presidente de la empresa, él será quien nos dará las ideas para el hotel. 

—¿Cómo quieres que no nos coloquemos nerviosos después de eso? —preguntó con indignación Tyler.

Tyler llevaba más tiempo que Nanami trabajando, por lo que la sorprendió saber que estaba nervioso.

—¿Por qué está nervioso si no es su primer trabajo así? —preguntó curiosa.

—Los hombres ricos me cohíben. —admitió junto a una exhalación.