THE CHILL PILL; s. shinichiro

Capítulo [30]

MIÉRCOLES ── 23 DE JULIO, 2008

Después de muchos días, Nanami sonrió con genuina alegría cuando terminó de releer todas las respuestas de su evaluación, segura de que ya no había nada más que arreglar. 

El salón estaba casi vacío y aunque todavía le quedaban alrededor de diez minutos para terminar, decidió entregar su examen, deseando darle fin al estresante trimestre. 

Se levantó del asiento tirando todo lo que tenía en la mesa dentro de su bolso y caminó hacia la mesa en donde la profesora Hirai estaba cuidando que nadie hiciera trampa. 

Le entregó las tres hojas de exámenes y ella las recibió con una delicada sonrisa en el rostro.

—Felicitaciones señorita Matsuno, ha terminado el primer trimestre del año.

—Gracias profesora. —sonrió ligera. Hizo el amago de dar un paso cuando la misma voz la detuvo.

—Antes de que se vaya pase a hablar con la señora Iwamoto —le ordenó—, ella quiere hablar con usted y el joven Sato, la deben estar esperando en su oficina.

Nanami mostró una pequeña mueca confusa, era raro que la jefa de carrera quisiera hablar de manera individual con el alumnado, pero terminó asintiendo. 

Se despidió de su profesora con una sonrisa y salió del salón. 

Como siempre, Kyomi fue de las primeras en salir. Habían acordado con anterioridad de que ella junto a Senju y Emma la esperarían en la entrada de la universidad, ya que celebrarían el término del trimestre yendo a almorzar juntas. 

Al principio se había negado a salir, había tratado de negociar para comer en el taller o en la casa de alguna, pero la habían terminado por convencer de ir a comer a un restaurante perteneciente a ToMan.

Caminó hacia la oficina que quedaba en el primer nivel de la facultad. Golpeteó la puerta y cuando escuchó la voz de la señora Iwamoto del otro lado entró, encontrándose con la mujer junto a Yuki. 

Nanami fue la primera en abandonar la oficina, apresurada en ir hacia donde sus amigas la esperaban; le habían mensajeado tanto que por un momento había pensado que la estaban llamando.

Al salir de su facultad se puso casi a trotar hacia donde el trío de amigas debería estar  esperándola. Ellas al verla empezaron a hacerles señas, y aunque no entendió el porqué, siguió caminando.

—¡Mira hacia atrás! —le gritó Kyomi.

Nanami se detuvo a unos metros del grupo y se giró confusa, encontrándose de frente con un cuerpo masculino. 

Yuki.

—Nanami, llevo casi todo el camino llamándote. —dijo sin un tono de regaño, más que nada sorprendido por haber sido ignorado por tantos metros.

—Perdón, no te oí. —se excusó.

Él le dedicó una sonrisa comprensiva: —Me imagino que la noticia te dejó anonada —bromeó y Nanami soltó una corta risita—. Quería entregarte esto, olvidaste el folleto.

Él le estiró el papel y Nanami por un segundo dudó en recibirlo, pero lo terminó haciendo, doblándolo y dejando la parte blanca del folleto en el exterior. Tras doblarlo lo tiró sin cuidado dentro de su bolso.