Capítulo [1]

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LUNES ── 14 DE ABRIL, 2008


Mientras Nanami caminaba por el barrio en donde vivía, recibió varios saludos y miradas curiosas, esto último debido a que en sus brazos llevaba la primera maqueta del trimestre que su profesor ya había destruido.

Odiaba sentirse estresada y frustrada respecto a la universidad, en especial cuando era recién su tercera semana de clases, ¿qué mal estaba pagando? ¡Ya iban 19 años pagándolo! 

Su estómago rugió, exigiéndole la cena.

Al no usar reloj ni tener las manos desocupadas para revisar su teléfono, calculó que debían ser alrededor de las nueve de la noche; ella salió a las seis de la tarde de sus clases, luego estuvo junto a Kyomi y un grupo compañeros hablando un rato y después tomó el tren, que desde la estación más cercana a la universidad hasta la estación más cercana a su barrio eran alrededor de 45 minutos. 

Sabía que en la casa no habría nada preparado para cenar, su hermano era quien acostumbraba a hacer la cena después de salir de su trabajo en la tienda de animales y ese día había salido a comer con Takemichi.

Pasó a la tienda de conveniencias que quedaba a la vuelta de su casa, donde la joven que siempre trabajaba durante las tardes estaba visiblemente aburrida y sin clientes. 

—¡Naoko-chan! ¡Hola!  —saludó animosa entrando a la tienda. Dejó la maqueta sobre el mesón, logrando así que sus brazos pudieran descansar de estar tanto rato estirados. 

—¡Nami-chan! —saludó ella—, ¿tan pronto con maquetas? 

—Fue un trabajo sorpresa, este era mi avance, pero al parecer al profesor no le gustó mucho. —respondió con molestia en la voz.

Cuando le había explicado su idea al profesor la había felicitado, lo que la había animado, pero cuando le presentó su avance estuvo a nada de humillarla con sus comentarios.

Se dirigió hacia el pasillo donde estaban las porciones individuales de comida listas para servir y agarró el más barato junto a una botella de agua sin gas. 

Dejó todo sobre el mesón y buscó en los bolsillos del bolso con sus cuadernos dinero para poder pagar.

 —No compres agua —ordenó Naoko, dejando la botella que ella había tomado bajo del mostrador—, yo te comparto de mi botella.

Nanami ni siquiera le discutió: —Gracias, Naoko-chan.

Naoko acomodó la maqueta destruida en una orilla del mostrador y luego acompañó a Nanami a comer en los asientos exteriores del local; mientras esperaban a que llegaran clientes aprovecharon de hablar.

Ella era un año mayor que Nanami, y al igual que su hermano, había decidido trabajar en vez de estudiar. 

Después de haber terminado de comer y cuando empezaron a llegar clientes, Nanami se despidió y agradeció antes de irse con lo que quedaba de su maqueta, pero ahora con el estómago lleno, camino a su casa.

Salió de la tienda, sintiendo por alguna razón que el exterior se encontraba con un extraño aire que la hizo colocarse nerviosa. A pesar de que el barrio estaba iluminado y era un lugar en donde abundaba la gente mayor o familias ya formadas, en ese momento sintió inquietante lo desierto que estaba. 

Empezó a caminar a pasos apresurados, su casa quedaba a la vuelta...

Y mientras Nanami terminaba de comer junto a Naoko, del otro lado de la manzana Shinichiro había sido atacado. Un cuchillo casi le había cruzaba al otro lado del cuerpo desde su estómago, de la pura impresión se había caído de rodillas en ese momento. 

THE CHILL PILL; s. shinichiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora