Capítulo [4]

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JUEVES ── 7 DE ABRIL, 2011


Keisuke ni siquiera trató de contactarse con Benkei después del reencuentro, él sabía que ni aunque le ofreciera dinero el moreno aceptaría guardar el secreto, su lealtad a Shinichiro era inquebrantable.  

Por lo que, resignado y dispuesto a dar cara por Nanami, picó la puerta de la que en algún momento fue la tienda-taller y casa del mayor de los Sano. Actualmente solo era un taller, ya que Shinichiro hace mucho había dejado de vivir ahí.

El pelinegro le abrió la puerta lateral, un cigarrillo colgaba de entre sus labios y vestía el traje que utilizaba cada vez que estaba arreglando una motocicleta. 

—Shinichiro-kun... —saludó un tanto incómodo. 

El susodicho lo observó por unos cortos segundos en silencio antes de sonreír. Sacó el cigarrillo apagado de su boca.

—Estaba por fumar, ¿te molesta si lo hago adentro? —preguntó sin responder al saludo.

Keisuke evitó tragar duro. 

—No te preocupes, no me molesta. —aseguró.

—Te pregunto porque no me gustaría incitar el consumo de tabaco a mi pequeño hermano —dijo con una sonrisa delicada—, a no ser que ya hayas empezado a fumar.

El menor negó con la cabeza: —Lo hago de manera ocasional.

—Bien, entonces hablemos adentro. —Shinichiro se hizo a un lado para que el menor pasara y cuando lo hizo cerró la puerta detrás de él.

Keisuke le vio mala pinta a la situación, pero no comentó nada. El lugar estaba con un fuerte olor a cigarrillo, el ambiente era un poco denso —algo esperable teniendo en cuenta que todas las ventanas estaban cerradas— y las herramientas, ceniceros y latas estaban desordenados por el suelo. 

Shinichiro se adelantó hasta sentarse en uno de los sofás desgastados que decoraba el taller. Keisuke se afirmó contra un mueble de madera al otro lado de la habitación, pero frente al mayor. Había otro sofá, pero ojicafé no tenía muchas ganas de alargar la conversación.

Antes, Mikey, Draken y Keisuke disfrutaban de ver a Shinichiro en el taller arreglando motocicletas, pero esta situación era completamente diferente.

El menor no se sentía culpable por encubrir a Nanami, no era su obligación informar esas cosas, pero nunca se había planteado qué hacer si le preguntaban al respecto. En el fondo, él esperaba que si la verdad salía a la luz, no fuera dentro de las primeras semanas... o primeros días.

Nanami, Nanami, Nanami...

No podría decir en qué momento exacto se encariñó con ella, pero sea cuando fuera que pasó, logró llegar a ser un sentimiento lo suficiente grande como para hacerlo dudar de su actuar.

Él primero conoció a Chifuyu (el hermano mellizo de la chica) y a Takemichi por accidente, este último logró hacerse amigo tanto de Mikey como de Draken, por lo que el camino de todos se vio unido más de una vez durante ese tiempo.

No fue mucho después de conocer a Chifuyu que éste le pidió ayuda: quería conocer alguna forma de conseguir dinero rápido.

Keisuke se negó a ofrecerle trabajo y no se arrepentía, entrar al mundo de las organizaciones era entrar a un lugar sin salida, pero aún así terminaron compartiendo tiempo, ya que él terminó siendo más insistente de lo que se hubiera imaginado.

Pronto entraron en confianza y Chifuyu le contó su historia, el cómo había dejado los estudios y sus sueños de lado para darle la oportunidad a su hermana de ir a una de las mejores universidad. Aunque nunca lo dijo, Keisuke admiraba a Chifuyu.

THE CHILL PILL; s. shinichiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora