Capítulo 2

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El resto del día transcurrió sin incidentes. Josie terminó su trabajo rápidamente e incluso adelantó trabajo. Tomó el autobús para dirigirse a su casa.

No podía sacarse de la cabeza a esa mujer de cabello castaño rojizo. La forma en que sus labios hacían esa sonrisa extremadamente sexy, y esos ojos... esos malditos ojos.

Los ojos azules siempre fueron la debilidad de Josie. Su ex también los tenía.

Pensar en ella la hizo sentir náuseas, sólo de pensar en su ex le dio dolor de cabeza, se frotó las sienes en un intento de aliviar los latidos de su cabeza.

Mirando por la ventana del autobús , vio cómo la gente caminaba por la acera, y luego sus pensamientos viajaron de regreso a la misteriosa mujer de ojos azules. 

Oh Dios, necesito arreglarlo. ¿Por qué mi cuerpo reaccionaba así a su alrededor? Ni siquiera la conozco y sigue encontrando la forma de volver a mi cabeza, no ha pasado tanto tiempo, ¿verdad?

La verdad es que ha pasado tanto tiempo. Josie no ha sido tocada desde que estaba con su ex, y eso fue hace más de 2 años, algunos lo llamarían mala ruptura, pero Lizzie diría que esa mujer era casi tan mala como su ex Penélope o como Lizzie la llama, Satanás encarnado.

No fue tan malo, además del hecho de que constantemente le pedía dinero a Josie, y apenas pasaba tiempo con ella, excepto cuando era el momento de tener sexo, esa era la única vez que le dedicaría a Josie un tiempo.

El sexo tampoco fue tan bueno, pero le dio a la chica el beneficio de la duda y esperaba que mejorara con el tiempo... no, no fue así. Josie había estado soltera desde entonces.

Cansada de sus pensamientos nublados, se pone los auriculares y escucha música hasta que el autobús se detiene. Salió de éste y camino hacia el apartamento que comparte con Lizzie.

Abrió la puerta y entró, vio a su gemela viendo televisión en el sofá. Dejó su bolso en el mostrador y dejó caer sus llaves para llamar la atención de su hermana.

—¿Qué sucede contigo? —pregunta la rubia.

—¿En serio? Gracias a ti, casi llegué tarde al trabajo esta mañana. ¡En mi primer día! —gritó Josie.

—No sé de qué estás hablando, no hice nada. —Sus ojos todavía estaban en la pantalla mientras hablaba.

Esto hace que la sangre de Josie hierva, pero se mantiene tranquila mientras trata de encontrar las palabras adecuadas

—Lizzie, tú y tu amiguito, anoche me mantuvieron despierta, me desperté tarde porque seguía escuchando tus... festividades.

Lizzie finalmente decidió apartar los ojos de la televisión para mirar a Josie mientras trataba de no reírse.

—Jo, primero que nada, el amiguito de Sebastian definitivamente no es pequeño —dijo con una mueca engreída.

—Ew, qué asco Lizzie. 

—Y segundo, estás molesta porque no puedes echar un polvo. —Se encogió de hombros mientras caminaba hacia la cocina y miraba la nevera.

—Mi vida sexual no te concierne, y eso no tiene nada que ver con que me mantuvieras despierta.

Lizzie agarra una paleta y cierra la nevera y se vuelve hacia Josie.

—Ah, entonces admites que no has tenido sexo, no te enojes conmigo por tu desafortunado período de sequía.

Josie comienza a irritarse y visiblemente comienza a enrojecerse. Lizzie lo nota y suspira.

—Bien Jo, lo dejaré la próxima vez. —Vuelve al sofá y abre el envoltorio de su paleta.

Atracción - HosieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora