Capítulo 6

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Josie se despierta de un salto cuando escucha sonar la alarma. Suspira mientras se levanta.

Tengo que vestirme para impresionar a Rebekah Mikaelson. Es mi primer encuentro con ella, no puedo estar nerviosa.

Salta de la cama, mira rápidamente a través de su cajón y encuentra su atuendo.

Lleva un vestido tipo blazer negro con botones que le compró su madre cuando fueron de compras el verano pasado. Se detiene un par de centímetros más allá de la mitad de su muslo. Se mira al espejo y sonríe ante su apariencia.

Se cepilla los dientes, se lava la cara, luego agarra su rizador y se peina.

Luego se maquilla un poco, no demasiado. Sólo un poco de rubor y color para llenar sus cejas, luego baja las escaleras.

Mientras está en la cocina, se prepara un bagel y mira la tabla de tareas que hizo para ella y Lizzie. Ella gime al ver que es su turno de lavar los platos ya que es jueves.

Lo haré cuando llegue a casa, no quiero arruinar mi día antes de que comience ... ¿Y si hoy veo a Hope?

Ella niega con la cabeza, sus posibilidades de ver a la pelirroja hoy, son bastante escasas.

Terminó y cerró la puerta al salir.

———

En la oficina deja su bolso y rápidamente se va a tomar un café. Esta vez utiliza una taza con tapa para cerrarla. Se sienta y bebe un poco, y luego regresa a su oficina.

Ella comienza con algunos formularios antes de tener que dirigirse a la oficina de Rebekah. Que no tiene ni idea de dónde se encuentra.

—Hola Landon, ¿dónde está la oficina de la Sra. Mikaelson?

—Hola, está en el piso 50, allí también están las salas de reuniones.

—Okey, muchas gracias —Josie dice, escucha a alguien que se aclara la garganta y se gira a mirar.

—Hola Josie, puedo acompañarte si quieres —dice Rafael algo tímido.

—Eso sería genial, gracias —Josie acepta.

Él le da una sonrisa tímida y mira a Landon, quien le levanta el pulgar. Jade sólo mira a ambos y pone los ojos en blanco.

Josie agarra su bolso y sale de la oficina, Rafael la sigue de cerca. Alcanza a Josie y la conduce hacia el ascensor. Ambos entran y él presiona el botón del piso 50, que es el último piso del edificio.

—Entonces Josie, ¿estás disfrutando de tu trabajo aquí hasta ahora? —Raf pregunta tratando de llenar el silencio.

—Sí, lo hago. Todo el mundo aquí parece agradable y puedo ver que mi carrera está creciendo aquí —ella respondió.

—Me alegro de que disfrutes de tu estadía, lo estás haciendo genial por cierto, estoy muy impresionado de lo rápido que terminas tu trabajo.

—Gracias, eso intento —ella dice tratando de ser lo más humilde posible. Se quedan en un silencio incómodo hasta que Raf lo intenta romper.

—Así que si no estás ocupada... —es interrumpido por las puertas del ascensor y el timbre que indican que ya llegaron al piso.

Salvada por la campana, creo que me iba a invitar a salir. No estoy segura de querer salir con alguien de la misma oficina que yo, al menos todavía no, especialmente cuando recién comencé con este trabajo.

—No importa —Raf dice y niega con la cabeza, desinflado por la situación.

Sale y Josie lo sigue, caminan hacia al final del pasillo y llegan a una puerta negra con un letrero llamativo.

Rebekah Mikaelson, directora ejecutiva.

—Si necesitas algo, no dudes en preguntarme, nos vemos —él dice mientras se aleja y yo asiento con mi cabeza. Josie mira su reloj y ve que tiene cinco minutos libres antes de que empiece la reunión.

Bueno, es mejor llegar temprano que tarde. 

Se arregla el vestido y llama a la puerta.

—Adelante —dice una voz desde adentro. Josie inhala profundamente y abre la puerta. Se encuentra con Rebekah sentada en su escritorio mirando su computadora. Ella mira a Josie y luego mira su reloj—. Es la primera en llegar Srta. Saltzman, eso me muestra que está ansiosa por ponerse a trabajar. Genial. Empecemos, ¿de acuerdo? Tome asiento. —Señala dos asientos grises frente a ella.

Bueno, he tenido un comienzo decente... hasta ahora.

Se sienta en el asiento izquierdo y deja su bolso en su regazo.

—Bueno, para esta reunión vamos a repasar algunas decisiones importantes para la empresa, traer nuevas ideas, probar, publicitar, y esas cosas. —Ella levanta la vista de su computadora para asegurarse de que Josie la esté escuchando—. Lo que necesito que haga es que me recopile los datos financieros y ver cuánto podemos presupuestar para estos proyectos de los que vamos a escuchar.

—Sí, Sra. Mikaelson —ella responde.

—Muy bien, aquí están las hojas de los datos que recopilara, y aquí está el libro de presupuesto que utilizará. —Se los entrega a la morena—. Muy bien vamos —Rebekah dice. Ellas caminan hacia la puerta, y se encuentran con Alyssa, quien simplemente se une a ellas.

Caminan por unos dos minutos por el pasillo y se detienen en una de la las salas de reuniones que supone Josie.

Entran, Rebekah se sienta a la cabecera de la mesa larga y Alyssa en una de las sillas cercanas a ella.

Hay unas doce sillas de oficina en la mesa. Cuatro de estas ya están ocupadas por personas que Josie no logra reconocer. Busca un asiento vacío y toma el primero que le llama la atención. Deja su bolso y mete la mano dentro de él para agarrar su bolígrafo.

La puerta se abre de nuevo y más gente se amontona. Ella reconoció a un par de ellos en su primer día. La gente que pasó por su oficina, se acercó a la mesa y tomaron asiento.

La mayoría de los asientos ya estaban ocupados, todos estaban bastantes dispersos al principio, pero luego los asientos se llenaron, excepto el que estaba al lado de Josie. A ella no le importaba, por supuesto.

Casi de inmediato, uno de los hombres se puso de pie y conectó su computadora al proyector. Mencionó algo sobre un nuevo proyecto en el que estaba trabajando y quería mostrárselo a la Señora Mikaelson. Luego presionó reproducir en su computadora y apagó las luces, mientras la atención de todos se dirigía hacia la reproducción del video. Josie comenzó a escribir información y a colocarla en el libro, estimando cuánto costaría patrocinar este proyecto.

Aproximadamente cinco minutos después del video, simplemente el hombre simplemente comenzó a mostrar imágenes. Josie se distrae un rato y muerde su bolígrafo.

¿Debo beber mañana cuando salgamos? Nunca me he manejado muy bien cuando bebo.

La puerta se abre lentamente, sólo Rebekah se da cuenta, cuando una chica de cabello castaño rojizo aparece a la vista, camina hacia la cabecera de la mesa. Se acerca a Rebekah y le susurra algo al oído, quien luego asiente y le susurra algo en respuesta.

Hope luego se pone de pie, enderezándose y escanea la habitación. Sus ojos aterrizan en un asiento vacío, mientras se acerca, nota a la morena que ha estado ocupando sus pensamientos. Ella sonríe y se acerca.

Una sonrisa maliciosa aparece en su rostro mientras se sienta junto a la morena.

Atracción - HosieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora