Carlos Sainz o Karel Saiduz. No importa como se llama cuando una mirada suya puede destruirte. Con un corazón frío como el hielo. Sin sentimientos. Sin amor. Condenado. Encadenado a su sed de venganza.
Su solo nombre producía miedo y terror entre s...
"Y en las terribles alas de la noche, encontraré mi camino, tortuoso e incierto, pero que me lleva, irremediablemente, a tus brazos de seda. Acógeme y sé mía, tanto como yo lo soy de ti "
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🕰HORAS ANTES
Nos ha llevado parte de la noche contener todo el desastre y contestar las preguntas de la policía y los investigadores. Alguien se infiltró como un trabajador del puerto y consiguió acceder a uno de nuestros camiones, después de haber matado a su conductor. Estrelló el vehículo contra uno de los almacenes, desatando el caos a su alrededor. Un plan nefasto pues, aunque ha habido heridos, las pérdidas no han sido tan graves como pensaba.
-Lleva sin contestar diez minutos. Ha pasado algo, lo presiento -Charles me niega con la cabeza, señalándome el lugar donde nos encontramos.
-Habrá perdido cobertura. Esa zona es una mierda. Céntrate en ahora, Carlos.
Hago caso a mi socio, mi amigo, el que es un hermano para mi, y juntos coordinamos las labores de rescate. George nos cuenta que las cámaras de seguridad captaron al intruso pero, que este se escabulló bastante bien, sin poder percatarse de lo que hacía hasta el momento en el que ocurrió todo.
-Quiero que alguien limpie todo esto lo más rápido posible -le ordeno a George- y págales el doble de este mes a todos los que trabajaban aquí. Esto tiene que funcionar para este fin de semana.
-Oído, jefe -me contesta George, un británico de pelo claro, el cual me fue recomendado por su padre, uno de los Russell de Inglaterra. A pesar de ser un vampiro casi neonato, pues el chico nació cuando aún estaba la antigua URSS, es muy espabilado y despierto, y un aliado confiable.
-Tengo al proveedor en línea y no está muy satisfecho -me cuenta Charles moviendo su cabeza de un lado a otro.
-Pues que se joda -le contesto casi gritando- si no hay mercancía, no hay dinero, y está claro que no se ocupó bien de la entrega. Se tenía que haber asegurado de que se nos fuera dada en perfectas condiciones de seguridad.
-Está muy enfadado por el pago, Carlos -me advierte Charles aún conocedor del terrible genio que gasto en ésta situaciones.
-Dile que le pagaremos la mitad de la mercancía, para que no sufra pérdidas y si no quiere, le dices que se rompe el trato y que le siga vendiendo a otro cabrón. Nadie jode a Carlos Sainz y vive para contarlo.
Charles asiente a mis palabras, desapareciendo con el teléfono en su mano. Las llamas ya no son tan altas como cuando llegamos, gracias a la buena labor de los bomberos. Ladro órdenes aquí y allá, intentando poner un poco de calma en todo este caos. Saco mi móvil del bolsillo al ver que si hay cobertura. Marco el número tanto de Grace como de Lando, pero ambos tienen el teléfono apagado, algo que empieza a preocuparme pues llevo toda la noche así, sin saber nada de ellos.
-¿Qué pasa? estás preocupado y no es por esto -me pregunta Charles colocándose de nuevo a mi lado mientras ambos asistimos satisfechos a como se está desarrollando todo a nuestro alrededor.
