Carlos Sainz o Karel Saiduz. No importa como se llama cuando una mirada suya puede destruirte. Con un corazón frío como el hielo. Sin sentimientos. Sin amor. Condenado. Encadenado a su sed de venganza.
Su solo nombre producía miedo y terror entre s...
" Y la luna oscura cambio a roja sangre con tus besos. Me besaste y creciste en mi, siendo mi todo y mi más. Completa y desmadejada, te pertenezco y soy tuya, hasta que el último aliento tome tu vida"
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📆 UN PAR DE DÍAS DESPUÉS
Aunque Lando tenía un apartamento en el edificio, pasaba más tiempo en el de Charles que en el suyo propio. Con la excusa de que no quería estar solo y por si Carlos los necesitaba, el de pelo rizado solía pasar las horas más importantes del día con la pareja, aunque la verdadera razón era la necesidad de estar cerca de Angelina.
-Buenos días -saludó un somnoliento Lando a la chica, una vez entrando en la cocina.
-Más bien, buenas tardes, que queda poco para que el sol se esconda -le respondió ella con una gran sonrisa en su rostro.
-No me regañes por mis horarios. Ayer llegué muy tarde de Austria y apenas he descansado.
-¿Todo bien? -puso Angelina una taza de café humeante en sus manos, regalándole una sonrisa al hacerlo.
-Si, todo perfecto, y más ahora si me miras de esta manera -los seductores ojos de Lando se posaron en la chica hasta hacer que casi se ruborizara, gesto este que aprovechó él para acortar aún más, la distancia que los separaba.
-¿Y cómo te miro? -le contestó ella en el mismo tono que él.
-Casi pidiéndome que te bese.
Sintió Angelina el corazón arremolinarse en su pecho y como sus latidos lo golpeaban de forma furiosa. El aliento de Lando se estrelló contra sus labios abriendo estos preparada para recibir ese beso que tanto ansiaba en él. Casi podía sentir el roce de la suave piel de su boca, desesperada por ser tomada por Lando.
-Buenos días.
Se separaron ambos avergonzados al sentir la presencia de Charles tras ellos, quien había sido testigo con algo de molestia de la escena que se desarrollaba frente a él.
-Charles... yo.... -se intentó justificar Angelina, intentando poner distancia entre ella y un Lando que no se mostraba nada arrepentido de lo que había estado a punto de hacer.
-Si me vas a decir que no es lo que parece, ahórratelo, cherié, no estoy ciego -le contestó Charles evidenciando cuan decepcionado estaba con la que creía que era su chica y su mejor amigo.
Angelina no supo que hacer, así que, se limito a disculparse y salir corriendo de esa cocina, dejando a los dos hombres mirándose el uno al otro como si se estuvieran retando.
-Te has pasado -le regañó Lando a Charles chasqueando su lengua un par de veces.
-¡Estabais a punto de besaros! ¡Maldita sea! -gritó Charles mostrándose muy furioso por la tranquilidad con la que Lando afrontaba la situación.