"Y así, en la oscuridad, sellamos nuestro pacto, dos corazones nocturnos, en un romance abstracto. Nos convertimos en leyenda, en mito inmortal, vampiros de amor, entrelazados en un abrazo celestial."
📅 AL DÍA SIGUIENTE
No sé que hora es. Solo sé que hace tiempo amaneció por el sopor de mi cuerpo. Estiro uno de mis brazos sintiendo un cuerpo cálido y tibio acurrucado contra mi. Aspiro el aroma a canela que desprende Grace y afianzo mi agarre sobre ella. Creo que anoche la cansé demasiado. Después de completar la vinculación, ella se desmayó y cuando despertó, la pelirroja lo hizo con ganas de más. La culpa es de mi sangre, la que corre por sus venas y le produce toda esa excitación. Los efectos le duraran apenas unos días, y tendré que vigilarla muy estrechamente.
Jamás pensé que este día llegaría. El de que me vinculara por completo a una mujer humana con todo lo que eso conlleva. Grace no sabe ni la mitad de los riesgos que corre por hacerlo, pero, según ella, prefiere atajar los problemas conforme vayan surgiendo, no antes. La que ahora es mi pareja, es una mujer fuerte, decidida y segura de si misma.
- Creí que los vampiros dormían de día -su voz amortiguada por el sueño, llega a mi de forma clara, enviando todo un cosquilleo a mi cuerpo el cual despierta con ganas de ella. Esa es otra de las "ventajas" de estar vinculado, las ansías por estar con tu pareja y no saciarte nunca de ella.
- Y yo pensaba que tú madrugabas -le respondo guiñándole un ojo provocando que ella me ofrezca una somnolienta sonrisa.
- Estoy algo así como de luna de miel, ¿no? -Grace levanta su cabeza de la almohada. Su cabello pelirrojo está suelto y esparcido por su espalda. Uno de mis dedos le levanta la mejilla para que sus ojos puedan estar a la misma altura que los míos.
- Podría decirse que si. Es más, si quieres le digo a Charles que te traiga el desayuno a la cama, seguro que estará encantado de servirte -le respondo con una mueca, imaginando lo que diría el monegasco de pedírselo.
- Encantado no es la palabra, pero, si es cierto, que tengo hambre. No mucha, pero la tengo -Grace se da la vuelta dejándome ver sus pechos desnudos. Mis colmillos crecen un poco solo de pensar en clavarlos en ellos y succionar del dulce néctar que emane de ellos.
- ¿Me estás mirando las tetas? -me pregunta frunciendo sus labios a la vez que forma una divertida mueca.
- Mirándolas y pensando en morderlas -las mejillas de Grace adquieren un tono rojizo que me resulta adorable, acompañando al tono de las pecas de su rostro.
- ¿A qué sabe? mi sangre, quiero decir -sus labios son mordidos por sus dientes de una forma tan sensual, que mi miembro comienza a crecer siendo esto algo doloroso.
- A canela y a miel -le respondo. Ella alza una de sus cejas y me mira como si no creyera mis palabras- a mi me sabe a eso, Grace. Tu sangre es muy dulce, y lo es aún más porque eres mi pareja. Eres lo más exquisito que he probado en mi vida.
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Rizkaya - Carlos Sainz
RomansaCarlos Sainz o Karel Saiduz. No importa como se llama cuando una mirada suya puede destruirte. Con un corazón frío como el hielo. Sin sentimientos. Sin amor. Condenado. Encadenado a su sed de venganza. Su solo nombre producía miedo y terror entre s...