En el cielo se miraba como algo no identificado bajaba rápidamente. Poco tiempo después, chocó con el piso dando un gran estruendo rodando hasta chocar con un árbol, se levantó confundida y buscó con la mirada alguna respuesta de donde estaba hasta que lo miro, había llegado a su destino.
No se inmutó en sacudir su vestido blanco para comenzar a caminar por la calle que resonaba música Jazz, gente que pasaba se le quedaban viendo mientras susurraban pero no les puso la mínima atención. Miraba todo con curiosidad hasta que su vista se posó en un lugar, y entró.
—Hola bienvenida, eres nueva por aquí? nunca te había visto. Mi nombre es Camille, un gusto—Extiende la mano con una sonrisa amable llamando la atención de la peli negra que dudosamente estrecha la mano con ella.
—Eh, si soy nueva por aquí me acabo de mudar—Habla con más confianza que es eso lo que le transmitió cuando la analizó y estrecharon sus manos.
—Y bien, que vas a pedir? Algo para tomar, comer o ambas?
—Nada, solamente venía a ver que era, tal vez venga más tarde—Dice al ver que cambió la expresión de Camille.
—Genial! Espero verte pronto.
No tenía que hablar ni hacer contacto con ningún humano pero no lo pudo evitar, al menos no con ella.
Siguió caminando hasta que llegó a donde estaba a la pequeña personita que tenía que cuidar desde ahora.
Se puso su anillo para sacar sus grandes alas y volar hasta donde estaba al llegar traspaso la pared y se puso a ver a la bebe, era tan hermosa y frágil que no pudo evitar sentir algo en su pecho, calidez, eso era.
Se acercó aún más y se sentó en el piso en una orilla sin despejar la vista de la pequeña, pero no se esperó que la volteara a ver y al hacerlo se comenzó a reír y alzar sus pequeños bracitos.
Sorprendida se paró pero cuando la iba a cargar abrieron la puerta del cuarto, ella se alejó un poco haciendo que la bebe comenzara a llorar.
—Qué es lo que está pasando?—Dice un hombre con traje seriamente.
—Donde está Hayley se supone que debe estar cuidando a mi hija—Dice un hombre con acento británico muy enojado.
—Fui rápidamente por el juguete favorito de Hope—Llega la mujer confundida.
—Escuchamos llorar a Hope.
—Tal vez tenga hambre—El hombre trajeado agarra a su sobrina en brazos.
La peli negra se comenzó a alejar un poco más al pensar que la pudieran descubrir aunque eso técnicamente era imposible, no la podían ver, ni sentir su presencia si no quisiera. La pequeña tenía su vista en la desconocida, al ver lo que intentaba hacer comenzó a llorar más fuerte haciendo que se detuviera mientras bufaba.
—Que es lo que le sucede a mi hija!.
—Nuestra hija, Niklaus.
—Niklaus cálmate, si tú no lo sabes menos nosotros. Hay que llevarla con nuestra hermana.
Bajaron rápidamente las escaleras preocupados, dejando atrás a la desconocida y a una Hope sin dejar de llorar desconsoladamente. Al llegar con su hermana le contaron lo que sucedió.
—No siento que hayan usado magia en Hope ni que esté enferma, raramente no le sucede nada.
—¿Cómo que no? Si no le sucediera algo no estuviera llorando—Dice el padre exaltado.
Hayley le dio su juguete favorito que siempre lograba calmarla y nunca lo soltaba pero ni así lograron que dejara de llorar, al contrario, lo tiro al piso tomando a todos por sorpresa. Pasaba algo muy serio o iba a pasar algo malo......... Eso pensaban los Mikaelson.
La peli negra al escucharla llorar se puso en alerta y apareció enfrente de los Mikaelson. Al verla paró repentinamente de llorar y otra vez se comenzó a reír viendo hacia donde estaba.
—Que diablos está pasando—Dice una Hayley muy confundida.
—Yo..no lo sé, esto es muy raro—Dice la Mikaelson mayor.
—Estará viendo algo que nosotros no?—El trajeado habla con algo de duda en sus palabras.
Nadie le hizo caso ha Elijah y lo dejaron pasar ya que lo iban a hablar cuando todos estuvieran en casa.
La peli negra no se despegó ni un segundo de la pequeña, alejaba todo con lo que creía que la pudiera lastimar. Al ver que nadie estaba en el cuarto miro a la bebe que le extendí sus pequeños bracitos entusiasmada, logrando sacarle una gran sonrisa a la desconocida finalmente decidió cargarla y la meció cantándole hasta que se quedó dormida en sus brazos.
Hope Mikaelson resonó en su cabeza.
—Pequeña Hope, desde ahora oficialmente seré tú Ángel Guardián y nadie te hará daño, lo prometo.
Si, la estuvo cuidando desde que estaba en gestación más no podía bajar todavía.
Pero después de esperar un poco más de 9 meses llegó la hora de bajar para cuidarla de cualquiera que le quisiera hacer daño.Fue en ese momento que comenzó una nueva experiencia, no vista ni conocida por ningún sobrenatural. Algo nuevo como para Olenka y la Familia Original.
Y así fue como comenzó una historia jamás contada
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Mi pequeña protegida
De TodoEn la Familia Mikaelson se espera la llegada de la menor, Hope Mikaelson. Ellos aterrados por no saber cómo cuidar a su hija y sobrina de sus enemigos piensan en una alternativa para mantenerla a salvo... Pero lo que ellos no saben es que muy lejos...