Al llegar otra vez al cielo fue recibida por todos, alegres de que su líder y compañera volviera. Caminó a su cuarto pero se encontró con el superior bastante molesto, suspiro para bajar la mirada y seguirlo al despacho.
—¡Has roto más de 5 reglas en poco tiempo sin contar las veces de cada una!
—Reclama molesto.—Lo tenía que hacer, no me arrepiento de lo que hice—Habla en bajo—Los tenía que ayudar.
—No es tu deber cuidar de ellos solo te pedí una cosa. ¡Cuidar de la niña no de su familia!.
—Es lo que hice porque ellos son su felicidad—Alza la mirada—No me iba a quedar viendo como su felicidad se destrozaba en tan solo unos segundos, no otra vez, por algo que ella no pidió. Me encariñe de la niña, no quise pero fue inevitable.
—¿Sabes las consecuencias que tendrá todo eso no?—La mira buscando una pista de arrepentimiento.
—Si soy consciente y lo pagaré con lo que sea que sea mi castigo. Pero no le quite esa felicidad, es tan solo una niña que ocupa de su familia.
—En realidad me cuesta lo que voy hacer pero son las consecuencias de tus acciones, mi mejor guerrera. Espero que en ese tiempo puedas recapacitar.
Les hizo señas a algunos Ángeles que dudaron en arrastrarla hasta el sótano pero al ver la sonrisa que les dio, con cuidado la arrastraron hacia allá. La dejaron en el piso para ponerles unas cadenas de oro.
—Que fue lo que hiciste para que tengas que estar así—Hablo dolido un Ángel que le tenia bastante aprecio a ella.
—Nada que no fuera lo correcto.
Tras su respuesta el Ángel no muy decidido la dejó en la sola y oscuro sótano. Donde eran castigados por décadas e incluso siglos, depende sus reglas rotas y que tan graves sean.
—Una vez más, sola—Cierra los ojos para dormir.
En el cielo se esparció rápido el rumor de que la mejor Guerrera de allí había sido castigada por unos simples humanos algo que para ellos no valía la pena salvar.
Siglos habían pasado en el cielo desde que la encerraron en el sótano oscuro y lleno de escalofríos. Exactamente 10 siglos, no recibía alimentos pues ellos no lo necesitaban sin embargo ella se había acostumbrado a consumirlos en la Tierra, el castigo dentro del sótano era las constantes pesadillas y tormentos que jugaban con tu mente, sino eras lo suficientemente fuerte se morían o se volvían locos, que por lo general nadie rompía ninguna por el miedo.
Por lo que hace tiempo que ya no dormía, se mantenía despierta y si dormía era menos de 1 hora.
No pudiendo con el sueño está apunto de caer cuando se escucharon gritos y sentía como corrían de un lado a otro, escucha que alguien se acerca, así que se para inmediatamente tratando de mantener el equilibrio.
—Estamos en peligro, demonios están aquí. Ya hay soldados caídos no creemos soportar más. El superior fue atacado e inmediatamente murió—Habla en pánico tratando de abrir rápido las rejas—Ocupamos a nuestra líder en combate, ocupamos órdenes de nuestros siguientes pasos y donde refugiar a los más pequeños.
—Desátame ahora mismo—Habla con superioridad—No debieron meterse con nosotros, no en estos tiempos.
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Mi pequeña protegida
DiversosEn la Familia Mikaelson se espera la llegada de la menor, Hope Mikaelson. Ellos aterrados por no saber cómo cuidar a su hija y sobrina de sus enemigos piensan en una alternativa para mantenerla a salvo... Pero lo que ellos no saben es que muy lejos...