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—Cuando por fin siento que estoy plenamente feliz todo sale mal. No te quiero perder, apenas comienza lo nuestro y ya tendrá un final. Sabía que algo no estaba mal pero confíe en tú palabra.
Ambos se miraban mientras lágrimas salían de ellos. Niklaus se sentó y junto su mano con la de la Ángel, beso lentamente con miedo de ya no sentirla más.
—Te amo, joder. No te quiero perder haría cualquier cosa con tal de que estás en casa, con nosotros, con nuestra familia. Tenemos que tener nuestro final feliz, por una vez en mi vida. Esto no tiene que estar pasandome, no ahora.
—Nik, te amo. Tal vez ya te lo he dicho pero eres la única persona a la que llegue a amar y amare. Créeme no me arrepiento de nada de lo que hice, por favor, te lo pido por lo que más quiero. No alejes a tu familia ni mucho menos a tu hija, ellos te necesitan como tú a ellos. Lamento que lo nuestro haya tenido que terminar así pero es lo que tiene que suceder.
Se recostó con Olenka. Sus miradas fijas en el otro, recordando el rostro del otro, Niklaus escondió su cabeza en el pecho de la Ángel y cerro los ojos.
—No quiero que tengas remordimiento por esto, Nik. Yo quise que así pasará, vive feliz con la pequeña Hope que necesita de sus padres.
—Tambien te necesita a ti.
—No tanto como a ustedes, va a crecer y con el tiempo olvidará.
—Mi Ángel.
La puerta fue abierta y una dulce voz rota se escuchó, cerro los ojos sintiendo como su pecho se cerraba, sintiendo dolor de escucharla así.
—Mi pequeña pelirroja.
—No te vayas, no me dejes. Te necesito conmigo. Que pasamos la navidad todos juntos en Familia.
Su voz se quebró y corrió a sus brazos, lloraba mientras repetía «No me dejes, por favor».
—Cariño, no estaré contigo pero siempre estaré aquí, en tu corazón. Te quiero mucho Hope, eres una niña muy linda y extraordinaria. Quiero que sigas haciendo lo que más te gusta, que pintes para mí, porque desde donde sea que esté miraré todo el arte que hagas. Sigue siendo la misma pequeña de tu Ángel.
—Siento un dolor en el pecho que no me deja respirar bien.
—Solo respira, cariño. Nunca olvides que te ame mucho, Hope. Tal vez no seas mi hija pero eres por lo que entregué mi vida y no me arrepiento porque lo volvería a hacer mil veces más. Siempre llevaré tu bello rostro en mi corazón, pequeña. La primera personita a la que ame. Solo descansaré un rato.
Lágrimas salían sin parar y miro a Niklaus que miraba al piso dolido, abrazo a su hija tratando de alejarla de
la cama pero ella se aferraba no queriéndose ir de su lado.—Los amo—Fueron sus últimas palabras y para no volver a abrir sus ojos.
—No, no, no. ¡ No te duermas, Mi Ángel! Por favor, no cierras tus ojos ¡Por favor no lo cierres! ¡No te vayas!.
Sus dos más grandes amores estuvieron en el momento que se fue y la paz recorrió por última vez su cuerpo al saber que pudo pasar sus últimos momentos con ellos
Fin.
Llore en los dos últimos capítulos, fue muy difícil despedir a Olenka de la familia Mikaelson. No encontré las palabras perfectas para que describiera lo que sintieron en ese momento pero lo que escribí es un poco de ello. En verdad espero que les haya gustado y llorado un poquito, como yo lo hice y disfrute escribir está historia. ¿Les gustó? ¿Se esperaban este final?.
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Mi pequeña protegida
RandomEn la Familia Mikaelson se espera la llegada de la menor, Hope Mikaelson. Ellos aterrados por no saber cómo cuidar a su hija y sobrina de sus enemigos piensan en una alternativa para mantenerla a salvo... Pero lo que ellos no saben es que muy lejos...