Mi pequeña protegida

Capitulo 3

Actualidad

—Ya no tenemos tiempo ya no podemos buscar otra solución—Habla la mayor con una mirada triste.

—Lo haremos como acordamos Nik y yo
—Elijah mira serio a Rebekah.

—No! no se van a sacrificar, no ustedes
—Rebekah niega llorando.

—Están seguros que no hay otra opción?.

—Ahora Hope también se va a quedar sin su padre—Elijah esquiva la mirada con culpabilidad al recordar a Hayley.

—Pero tendrá a sus tíos, confío en ustedes en que la cuidaran con su vida si es necesario. Les confío la vida de mi hija.

—¿Cuándo será el sacrifico?.

—Aproximadamente 1 semana.

Tantas cosas pasaron en la Familia Mikaelson. La muerte de Hayley, la muerte de su gran amiga Camille, constantes ataques de brujas, viejos amigos y amores de vuelta. Como también "The Hollow" que volvió.

Olenka trató de ayudarlos más su superior no la dejaba ya que decía que su labor era cuidar de la pequeña Hope, no de su familia. Para ella era igual porque era la felicidad de Hope.

Se dirigió hacia el lugar donde se la pasaba la mayoría de veces cuando no estaba cuidando de su pequeña protegida.
La tumba de Camille O'Connell. Generalmente hablaba con ella contándole sus días. Como también le ayudaba para poder pensar de alguna mentira en paz.

—Es hora de hablar con la brujita de la Familia—Susurra para sí misma.

No había nadie en la casa Mikaelson pues todos querían pasar tiempo en Familia porque pronto no lo estarían más. Freya que se quedó para ver que tuviera todas las cosas para el sacrificio.

Entró esperando escuchar algún ruido pero nunca lo escuchó así que tranquila se acercó hacia donde estaba Freya al estar delante de ella  miro que estaba haciendo con curiosidad.

—¿Todo saldrá bien no?—Susurro poniendo atención a cada paso que hacia.

—Oye tú, brujita.

Freya frunció el ceño para mirar con cautela a su al rededor pero no miro nada.

—Es mejor que te muestres sino quieres morir.

—De todas maneras me matarían.

—Te ordeno que te muestres. ¿Quién eres y qué haces dentro de mi casa?.

—Oye tranquila vengo en son de paz.

—¿Cómo entraste?.

—Abriendo la puerta de la entrada.

Suspiro mirando que no le quedaba tanto tiempo así que se quitó el anillo para que la pudiera ver y poder hablar con ella.

En un acto de reflejo Freya alzó su mano para darle dolor de cabeza pero miraba como aquella desconocida nada más sonreía.

—Que diablo eres—Susurra asombrada.

—No me creerías si te lo dijera.

—Que es lo que quieres? Y porque confiar en ti.

—Quiero ayudarlos. Se una solución para que tus hermanos no mueran en el sacrificio.

—Adelante siéntate, te escucho. Pero un paso en falso y no dudaré en matarte.

—No pudiste con tu magia.

—Hay otras formas de matar.

—No creo que puedas matarme—Hace un mueca—tenemos poco tiempo para hablar, así que seré breve.