Capitulo 14

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En el cielo todo estaba mal. Protestas se escuchaban pues no se ponían de acuerdo y todos estaban cansados porque no llegaban a un acuerdo.

—Aquí dice que se revelará por el amor verdadero—Murmuro un Ángel castaño.

—También dice que tomará decisiones que le traerán consecuencias que no bastó con advertencias—Le siguió otro Ángel mayor.

—Pero esto es confundo—Alzo sus cejas— ¡Cuidado que ya está cercas y en el cielo podrá ayudarlos!.

Todos estamos en el cielo, no hay nadie que se haya ido de aquí.

Si hay alguien—Murmuro un pequeño.

Todos se voltearon a ver impresionados pues se les había olvidado ese pequeño detalle. Antes de que pudieran decir alguna otra palabra un estruendo se escuchó, alarmados se prepararon para cualquier cosa que pudiera ser y una silueta se comenzaba a ver.

—Hola, tranquilos soy yo—Saludo apenada.

Ellos todavía impresionados comenzaron a balbucear al mismo tiempo.

—Parece como si hubieran visto a un fantasma—Se burló de ellos.

—Pues algo así—Murmuro el castaño.

—Que bueno que regresas. Creemos que ya encontramos a nuestro Rey, o más bien a nuestra Reyna—Murmuró el Ángel mayor.

—Eh? Oh, ya me acordé. Y quien es el afortunado?.

Todos se voltearon a ver nerviosos para ponerse de acuerdo de quien iba a hablar primero. Todavía no lo confirmaban pero estaban casi seguros, le comenzaron a explicar cada detalle y el porqué de cada cosa. Todos estaban reunidos ya que se corrió rápido el rumor y querían estar en primera fila.

—Creo que están equivocados—Tartam
udeó nerviosa—Se equivocaron de persona.

—Toda en la profecía es claro al ya entenderlo, todas esas cosas. Un amor verdadero, consecuencias que no bastó con advertencias. Un verdadero Rey siempre regresará a donde pertenece—Volvió a repetir lo antes dicho un Ángel.

—Esto es demasiado—Aturdida por la noticia negó repetidas veces.

—Nuestra lealtad siempre ha estado y estará en usted.

—Es hora de que tome lo que le pertenece porque pronto se avecinará una guerra—Comenzaron a murmurar.

—Hemos tenido ataques repentinos de diferentes criaturas, no sabemos cómo lograron llegar hasta acá.

—Y cómo sabemos que en realidad soy yo?—Alzo la mirada a la bola de Ángeles.

—Eso no le gustará...o tal vez si. Pero será complicado.

Mi pequeña protegida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora