Capitulo 18

4.2K 381 20
                                    

Después de lo qué pasó con Olenka tomó lo que le pertenece junto a su nuevo gran amigo, nadie se quejó.

Le costó adaptarse a su nueva vida pero cada vez se volvía más fácil de llevar. Al ya tener a su Reina las barreras del cielo se fortalecieron más de lo que ya estaban. Todo iba tranquilo, casi volvió a ser como antes, casi.

Olenka se encontraba merodeando por el campo de combate donde los Guerreros estaban entrenando, a lado de ella estaba Draco que no se despegaba ni un segundo de ella. Muchos le decían que porque no estaba en su trono pues era donde se suponía que debía de estar pero ella contestó que todo iba ser diferente.

Miraba como el pequeño con el que había hablado hace un tiempo estaba entrenando, era uno de los más jóvenes. Tenía una sonrisa emocionada. Temporalmente puso a otra persona a cargo de los Guerreros pues tenía pensado seguir ella al mando.

—Señorita Olenka, lamentó interrumpirla pero tengo nueva información sobre lo que me pidió.

—Nunca me van a escuchar verdad—Alzó una ceja divertida-Nada de señorita o Reina. Solo Olenka y háblame de tu.

—Es raro y hacemos el intento—Sonríe—Le digo la información en otro momento?.

—Adelante.

—Ya mandamos a 5 Ángeles a merodear por el Área de la Mansión Mikaelson. Mientras desde aquí se encargan 10 en estar al tanto de posibles amenazas. Hasta ahora no ha pasado nada, todo está tranquilo.

—Mantenme al tanto de cualquier cosa que los involucre, por favor. Gracias por la información.

—Con su permiso me retiro.





Sonrió al ver que era su momento, tal vez no los podía ver en estos momentos físicamente pero si a través de sueños.

—Hola! ¿Me extrañaron?—La Ángel sonrió al verlos juntos.

—¿Que es esto? Que hacen en mi perfecto sueño lo arruinaron!.

—Tío Kol, no hay mejor sueño que ver esta carita—Se apunto y sonrío.

Las dos mujeres se comenzaron a reír a carcajadas mientras Kol sonreía orgulloso, definitivamente le estaba enseñando bien a su sobrina.

—No sabes el susto que me diste—Empujó un poco a Olenka—No. vuelvas. a. hacer. algo. así!-Le pego un zape—Te extrañe mucho—La abraza.

—Yo también falto en ese abrazo para que sea perfecto—Kol sonríe.

—Tío Kol me cargas? Es que no alcanzo—Hace ojitos de cachorrito y estira sus brazos.

—¿Porque te fuiste de casa?.

—¿Algo malo sucedió?

—Te extraño mucho. Ya nadie quiere jugar conmigo—Dramatiza— Mi papá jugaba a diario conmigo cuando estabas en casa.

—¿Nadie quiere jugar jugar contigo?—Pregunta Kol ofendido y Hope niega descaradamente.

Mi pequeña protegida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora