—¿Y esa reacción?—dijo riendo.
—Me costó años convencerte de que te alejaras de MI futuro esposo—reímos.
Las dos sabíamos que yo nunca me casaría... y menos con el maravilloso Cameron Alexander Dallas
—¿Cuánto te gusta Jack?
—Así—dijo corriendo de un lado al otro de la habitación. Reí—. Pero seré su novia cuando los unicornios sean demonios devora hombres.
—¡Eso es imposible!—me levanté mirandola fijamente a los ojos—. ¡Los unicornios nunca se comerían a un hombre!—rió.
—¿No oyes eso?—puso una cara de estar escuchando algo muy concentrada.
—Nope—me tiré a mi cama y sentí algo vibrar—. ¡Ya sé lo que es!—grité como si hubiese descubierto América—. Mi móvil.
—¡Contesta boba!
—¡Vale, vale, no me comas!—dije deslizando el móvil verde en pantalla para contestar.
—¿Ester?—escuché a mi madre sollozar através del altavoz.
—¿Mamá? Tranquilízate, estoy viva. No me han raptado.
—No es eso cariño.
—¿Qué ha pasado mamá?
No entendía nada.
—Gui-Guille.
—¿Guillermo qué? ¿Me ha quitado mi cuarto?
—Le han secuestrado. Salió a jugar con Dani y no han vuelto.
Por un momento pensé que era una broma de muy mal gusto, o que mi madre era una histérica que exageraba porque el pequeño llegaba diez minutos tarde. Y llegué a desear que mis pensamientos fueran reales, que no hubiera pasado nada, que Guille estuviera bien.
—N-no.
—Hija, han pasado quince horas...
—M-me... Y-yo.
Daniela se acercó a mí en cuanto se percató de mi llanto, y yo me di cuenta de lo mismo gracias a que me limpió las lágrimas con las mangas de sus sudadera naranja.
—Ni de broma, cariño. Tienes que estar allí y cumplir tu sueño... Tu padre me insistió que lo mejor era decírtelo por si algo pasaba y...
—Mamá, es mi culpa. Solo tiene nueve años y me dijo que quería venirse conmigo. Yo soy tan...
—Tranquilízate y ni se te ocurra culparte. Te llamo en cuanto tengamos noticias—suspiró al otro lado de la línea—. Mi amor, cuídate. Te quiero muchísimo.
Tiré con ira el móvil encima del colchón cuando se cortó la llamada. Dani empezó a decir cosas que no escuché. Lloraba como nunca. Bajé las escaleras lo más rápido posible. Todos los chicos me miraron y se acercaron en un intento de consolarme. Les dije que estaba bien, aunque todos sabían perfectamente que no lo estaba.
Salí de la casa y corrí sin rumbo alguno por esas calles de Los Ángeles. Era de noche y no había nadie. Cuando me cansé me senté en el suelo con mi cabeza entre las piernas y brazos.
Oí pasos. Me daba igual quién fuera, como si me raptaban. Mi hermano pequeño había desaparecido y con él todo mi minúsculo mundo de felicidad. Mi recuerdos. Nuestra historia de hermanos.—¿Estás bien?—dijo una voz. No sabía quién era pero me sonaba familiar.
—¿Parece que lo esté?—contesté sin moverme. Sentí como se sentaba a mi lado. Seguro que me raptaba.
—¿Puedo hacer algo para ayudarte?—Sin duda era hombre. Su voz sonaba tanto masculina como acaramelada.
—Vete.
—No.—Se calló unos segundos que parecieron años—. No vas a mirarme, ¿verdad?—Negué con la cabeza.
—Se... se ha ido—lloré más fuerte—. No está.
—¿Quién?
—Mi hermano pequeño...
—Lo siento.
—...y ha sido mi culpa.
—¿Por qué es tu culpa?
Qué pesado Diosito mío -.-'
—Le dejé en España para cumplir un maldito sueño.
—¿No volverás?
Me atreví a levantar la cabeza para mirar a esa persona tan insistente.
No, no podía ser él.
—No quieren que vuelva. Quieren que siga con mi sueño.
—Qué buena familia tienes entonces.—Sonrió, y yo con él.
ESTÁS LEYENDO
Do it for the Vine (OldMagCon, Cameron Dallas) EDITANDO
Fanfic-Do it for the Vine -I ain't gon' do it! © Copyright 2016 | miilsonrisas