Capítulo 7.

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¡No digas nada porfavooor!—canté entre carcajadas.

¡Que hablando el alma me destrozaaas!—gritó Daniela.

¡Quiero decirte tantas cooosas! ¡Quiero acordarme de tu olor!cantamos al unísono mientras Matt nos miraba con cara de wtf.

—¡¿Qué os he hecho para que me tortureis de esta manera?!—gritó tapandose los oídos.

—Te hemos dicho que no digas nada—dijo Dani.

—¡El problema es que no hablo español!

—Nope, el problema es que nos has querido contar el final de la novela de Wattpad que no estamos leyendo ahora... ¡Y no quiero saber con quien acaba la rayis! Aunque seguro que es con Harry Styles...

—Lo siento. No lo volveré a hacer—puso un puchero, haciendo un tierno mohín.

—¡¿Lo juras por los cebricornios?!—pregunté señalándole dramáticamente mientras Dani reía.

—Sí, lo juro—puso una mano en su corazón y se fue sin añadir nada más.

—Es todo un caso—rió Dani.

—No solo él. TODOS son un caso—reímos las dos como las buenas idiotas en formación que éramos—. Oye, Danielita de mis amores.

—¿Qué?

Enfaticé mis gestos, sonriendo de más y moviendo la cabeza de lado a lado, aún así no captaba el doble sentido.

—¡¿Qué?!

—¿Dónde estuviste ayer a las dos de la tarde?

Había decidido entonces usar mis maravillosas técinas de detective. Sherlock Holmes tiembla.

—Eeem... ¿Esto es un interrogatorio?—asentí—. En el supermercado, ¡sí! ¡En el supermercado! Espera... ¿Por qué...?

—¿Mercadona o Hipercor?—arqueé una ceja.

—Soy muy mala fingiendo—bajó la cabeza avergonzada.

—¡Pésima!—reí.

—Bueno estuve... Con Johnson—se ruborizó nada más soltar esas palabras.

—¡Oinss!—grité—Love is in the air!!!-me tapó la boca.

—¡No grites, pandycornio malformado!

—¡Oye!—me hice la ofendida, mostrando que ser dramática se me daba de lujo—¡Las palabras pueden doler más que cuchilladas!

Uso una de sus gentiles caras para mandarme a la mierda y luego me sacó el dedo corazón con una tierna sonrisa que dejó ver sus hoyuelos.

—¿Te besó?—pregunté ignorando su desdén.

—Pff ¿qué? Nah.—Entrecerré los ojos, retándola—. ¡Tal vez un poquito!

Empezamos a gritar y a saltar encima de la cama cuando se oyó la puerta abrirse. Era Shawn con su bella cara de no haber roto en la vida un plato.

—Chicas... Tenemos hoy vuestro show de presentación—nos miró raro—. ¿Interrumpo algo?

—¡No! Todo bien—dijimos al unísono.

—¿Lo de hablar a la vez es usual?

—No—volvimos a decir juntas—. Tal vez—otra vez—¡Me debes un helado!

—Solo venía a deciros que os prepareis.

Y, tan rápido como llegó, se fue.

D':

—Pobrecillo. Ahora se cree que somos tontas.

 —Dani—puse mi mano sobre su hombro—, SOMOS tontas.

—¡Deja de hacer eso!

—¿El qué?

—¡Deja de enfatizar palabras porque sí!

Nos vestimos y bajamos con los chicos para dirigirnos al show con el que por tantos años había soñado estar.

Do it for the Vine (OldMagCon, Cameron Dallas) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora