SinaíNo vuelvo a casa en la noche, me quedo a dormir en el depósito. A la mañana siguiente voy a clases desde allí. Me aseguro de sentarme en un sitio cuyos puestos aledaños estén por completo ocupados para no dar oportunidad a Soto de acercarse.
Repito lo mismo en las tres clases siguientes y salgo disparada del colegio apenas culmina la última. Necesito poder evitar asesinarlo, al menos por ahora, y él no me lo está poniendo sencillo.
Desconozco si Axer habrá ido a buscarme a la casa por la mañana. Esto de no tener teléfono es un asco prehistórico; además, no nos cruzamos en clases, así que envío el contrato firmado a su dirección luego de leerlo y quedar traumatizada.
Al llegar a mi casa la consigo vacía y con mi almuerzo en el microondas. Mi madre debe estar en la peluquería, trabajando.
Mi almuerzo resulta ser una deliciosa pasta con una refinada salsa de tomates silvestres más salchichas troceadas más un toque de queso rallado y gratinado al microondas.
Mi mamá debe estar viendo mucho Máster Chef estos días, eh.
Me lo devoro como si no hubiese comido en un mes para luego encerrarme en la habitación de la mujer que me dio la vida para usar su laptop. Hago el trabajo de Ciencias de la Tierra sobre fenómenos naturales, resuelvo unos ejercicios de física en el cuaderno y luego investigo en San Google todo el cuestionario para el próximo examen de Historia Universal. Ya me lo estudiaré un día antes de la evaluación.
Estoy confiada en poder mantener este ritmo y pasar el lapso con promedio perfecto. Mientras no me agarre a ningún profesor de enemigo, y Soto no me joda la evaluación de inglés, estoy fuera de peligro. Además, tengo un pequeño margen para errores. Siempre puedo quedarme a limpiar los salones después de clases o recargar el saldo de alguna profesora para ganar unos puntos extras en su materia.
Así, tengo el resto del día para limpiar las impurezas del plan que pasé toda la noche definiendo. Les contaría, pero es bien sabido que esta clase de secretos es mejor guardarlos para el final. Por precaución.
Salgo del cuarto de mi madre justo a tiempo para fingir que jamás estuve en él. Ella está entrando por la puerta con una estilizada bolsa de compras negra que, con una caligrafía sencilla y elegante, porta el nombre de Frey's empire con orgullo.
Casi me atraganto al verlo.
—¿Y esa...?
—Esto vino a dejarlo mi futuro yerno esta mañana... ¿Dónde estabas, por cierto?
Ojalá ella supiera que lo de "futuro" ya no es necesario. Pero no quiero contarle todavía, necesito evitarle un infarto. No está preparada.
—Me quedé en casa de María.
—¿Ya se hablan de nuevo? —pregunta con expresión escéptica al poner su cartera y la bolsa sobre el mesón de la cocina.
—Sip. La vida es muy corta para pasarla enojada con los amigos. Me refiero a... los que sí fueron amigos algún día, no los Sotos. No te preocupes.
Con eso parece que al fin respira.
—Qué alivio, coño, pensé que me dirías que ahora andas de nuevo para arriba y para abajo con el malandro ese.
—Ya superé esos males, gracias a Dumbledore.
Me río y me siento en la mesa con un pie sobre la silla y el otro colgando. Espero que mi madre esté de suficiente buen humor como para no lanzarme su zapato para que me baje.
—Si dijeras eso delante de tu abuela —dice con una sonrisa divertida—, te quemaría. Siempre ha dicho que Harry Potter es brujería, imagina si te escucha alabar el nombre de un brujo con barba...
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Nerd: obsesión enfermiza [Libro 1 y 2, COMPLETOS] [Ya en físico]
Mystery / ThrillerSinaí Ferreira no debió haber interferido en los secretos de los Frey; por desgracia, se obsesionó locamente con uno de ellos, y haría cualquier cosa para conseguirlo. Ruso. Peligrosamente atractivo. Un prodigio. Adicto a revivir personas. Axer Frey...