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POV KARINA

Había dejado a Minjeong durmiendo en la habitación, le pedí a Giselle que reuniera a todos en la sala principal y ahí estaban, con la mirada gacha y posiblemente miedo. Eso es lo que pasa cuando desobedecen una orden mía.

- ¡Quiero que me escuchen bien!- Les grité, haciendo que más de uno pose la mirada sobre mí. - ¿Quién fue el imbécil que se atrevió a desobedecer mi clara orden de no disparar a Minjeong?

Nadie respondió, yo suspiré y saqué mi arma de mi bolsillo.

- Sería injusto que todos paguen por el error de uno, ¿no? - Los apunté a cada uno de ellos.

- S-señorita Yoo... - Mi vista se dirigió a quién había hablado y es uno de los sicarios contratados. - L-lo lamento mucho... yo... estaba un poco distraído y... - Me acerqué hasta quedar a escasos centímetros de el, logré ver como se ponía más nervioso aún y temblabla levemente.

Para ser un sicario es un gran imbécil. La próxima vez no dejaré que Jackson los elija.

- ¿Tú le disparaste? - Pregunté con frialdad.

- S-sí pero... puedo explic- - Lo tomé de los hombros y le di un fuerte rodillazo en la entrepierna. Cayó de rodillas y retorciéndose de dolor al piso.

Él me miró suplicando piedad, lo apunté en la frente con mi arma y disparé. Cayó por completo al piso y una marcha de sangre empezó a cubrir los alrededores de su cabeza.

- ¡Yoo, esto no era parte del trato! - Su compañero golpeó mi brazo, haciendo que soltara mi pistola y él pudiera tomarme del cuello.

La gente de mi equipo sacó rápidamente sus armas y lo apuntaron. Me miraba sorprendido tanto a mí como a ellos, yo sonreí burlonamente y él me empujó contra la pared.

- No disparen. - Ordené al ver que mas de uno tenía la intención de hacerlo.

- Eres una perra... - Susurró el sicario y yo volví a reír. - ¿¡De qué mierda te ríes!?

- ¿Es qué aún no te das cuenta? - Respondí esbozando una sonrisa.

Él estaba tan concentrado en insultarme que no se dió cuenta que había sacado una navaja de mi pantalón y le estaba apuntando en el estómago. El sicario empezó a sospechar y bajo lentamente su mirada, al percatarse de la situación intentó moverse pero fue demasiado tarde, la navaja ya estaba atravesando su estómago.

- Cuándo yo doy una orden, tienen que seguirla sin importar que. - Hundí aún más el objeto, noté como de su boca empezó a caer un hilito de sangre.

Saqué bruscamente la navaja de su estómago para luego apuñalarle repetidamente en las costillas. El suelo empezó a mancharse con sangre y el hombre cayó al piso.

- Escuchen todos... Esto es lo que pasa cuando desobedecen una orden directa. - Me agaché a la altura del sicario quién ya estaba agonizando en el suelo. - Tranquilo, ya acabará. - Susurré para luego terminar con su vida atravesando su corazón con la navaja.

Más de uno apartó la mirada, una escena fuerte para muchos pero era algo a lo que yo ya estaba acostumbrada, por lo que no ocasionó ningún sentimiento en mí.

- Irene, Giselle. - Las anteriores nombradas me miraron. - ¿Cómo está Chuu? - Pregunté al recordar que la hirieron por salvarme.

- Esta grave, Karina. Logramos retirarle las balas pero aún así se encuentra muy delicada. - Respondió Irene bajando la mirada. - No creo que lo logre... - Cerré mis ojos de la impotencia, si tan solo hubiera estado más atenta, ella no se encontraría en esa situación.

CRIMINAL | WINRINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora