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POV KARINA


Miraba a Kibum de forma desafiante y atenta a cada uno de sus movimientos, no puedo bajar la guardia porque el más mínimo error que cometa, puede significar la muerte para mí.

Kibum corrió hacía mí e intentó golpear mi rostro con su puño pero rápidamente me agaché y con mi navaja logré hacerle un corte en su costilla, haciéndolo chillar de dolor.

— Te mataré y te enviaré de vuelta con tus padres. — Murmuró intentando golpearme nuevamente.

Lo único que podía hacer era esquivar sus golpes con algo de dificultad, el haber tomado esas clases de defensa personal con Jackson y Yugyeom realmente me sirvieron de mucho.

Luego de varios intentos de golpearme, sorpresivamente lanzó una fuerte patada a una de mis piernas, haciéndome perder el equilibrio por unos segundos dándole la oportunidad perfecta de tomarme por los hombros y estamparme contra la pared.

— Ahora estás sin salida, pequeña mocosa. — Rió por lo bajo y me estampó un fuerte puñetazo en la mandíbula. Sentí la sangre bajar por mi labio. — Ahora no eres tan fuerte, ¿no? — Está vez el golpe fue a mi pómulo izquierdo. — Debí matarte ese día y no dejar que te escapes. — Ahora su puño fue a parar en mi nariz, gemí de dolor, creo que de puro milagro no me la rompió.

— Eres un jodido monstruo. — Susurré débilmente.

— Déjame librarte de todo tipo de dolor, Karina... te enviaré de vuelta con tus padres y amigos. — Sonrió y acercó su navaja a mi pecho. — ¿Últimas palabras?

— Nunca bajes la guardia, imbécil. — Él me miró confundido y yo sonreí.

El peor error de la gente es bajar la guardia al creer tener la situación bajo su control, por lo que me dió la oportunidad perfecta de hundir mi navaja en su muslo izquierdo, haciéndolo gritar de dolor y que me suelte.

— ¡Maldita perra! — Murmuró entre dientes. Yo saqué con brusquedad mi arma de su muslo y le di una fuerte cortada en su mejilla.

Kibum cayó al piso con una mano tapando su muslo y la otra su mejilla, de las cuáles la sangre no paraba de bajar. Reí al verlo tan lastimado.

— Quiero que sufras todo lo que yo sufrí por años. — Dije dándole una fuerte patada en su estómago.

Me agaché a su altura y enterré mi navaja sobre su hombro izquierdo. No lo mataré tan rápido, quiero que sufra.

— Q-quieres justicia, ¿no? Pero en cierta forma tu también estás mal. — Habló Kibum mirándome a los ojos.

— ¿De qué mierda hablas?

— Juraste matar al asesino de tus padres y amigos... juraste acabar con toda la mierda del mundo... pero en cierta forma, tu también eres una mierda, Karina. — Lo miré confundida y el siguió hablando. — Esa gente que asesinaste de la mafia, también tenían familia. La mayoría eran padres de niños menores de 15 años... dejaste sin un padre a un montón de gente, inconscientemente estás haciendo sufrir a un montón de niños inocentes de la misma forma en la que sufriste tú.

— No... eso es imposible... — Murmuré sorprendida, era imposible que todos esos hombres tengan familia.

— En cierta forma eres igual a mí... o incluso peor. Destruiste la vida de montones de niños por una estúpida venganza tuya.

— No... el verdadero monstruo aquí eres tú, destruiste a muchas familias también por culpa del dinero... y destruiste tu propia familia por tenerle envidia a tu hermanita. — Dije con frialdad, si él pensaba hacerme sentir mal con todo lo que dijo, está muy equivocado.

— Karina... ambos somos fuertes, si trabajamos juntos podríamos dominar el mundo. ¿Te lo imaginas? Kim Kibum y Yoo Jimin los reyes mundiales. ¡Todos nos respetarían y podríamos obtener todo lo que querramos con tan solo chasquear los dedos! — Lo miré con asco, al parecer la locura se está apoderando de él. — Tengo a Nueva Zelanda bajo mi poder y tú tienes a Corea del Sur bajo el tuyo, si nos aliamos ¡Seríamos invencibles! — Empezó a reír fuertemente y yo me estremecí. Realmente tiene un serio problema con el poder.

— Estás diciendo puras tonterías, mejor acabo con esto ya... — Con mi navaja apunté a su garganta, dispuesta a acabar con todo pero el gritó.

— ¡Minjeong!

Miré detrás mío, pero sorpresivamente no había nadie. Sentí a Kibum tomar mis caderas y darme vuelta sobre mi espalda, quedando ahora él sobre mí.

— Nunca bajes la guardia. — Susurró en mi oído la frase que yo suelo decir. Intenté golpearlo con mi navaja en la cabeza pero él me detuvo agarrándome del antebrazo. — Jugar con armas es peligroso, Karina. — Logró arrebatarme mi navaja y la arrojó lejos de nosotros.

Era evidente el hecho de que Kibum era mucho más fuerte que yo, por lo que tomó mis muñecas y las apoyó arriba de mi cabeza, con su mano derecha impidiendo moverlas. Ahora estaba totalmente inmóvil frente a él.

— Karina, realmente eres muy bonita para morir tan rápido... — Su mirada lentamente bajó hasta mis pechos. — Y tienes un gran cuerpo que debería ser aprovechado...

Sentí el pánico invadir mi cuerpo y mi corazón latir con fuerza, empecé a removerme sobre mi lugar en un vano intento de zafarme de su agarre.

— Minjeong no vendrá a salvarte, pequeña. Por lo que tendremos un rato solos para divertirnos. — Susurró en mi oído y mordió con un poco de fuerza mi lóbulo.

Sentí un asco increíble, esto no puede estar pasando... él no puede violarme, no puede...

— Kibum... déjame. — Susurré cuándo me miró a los ojos.

— Te dejaré... cuándo termine con esto. — Sonrió y sentí su mano libre acariciar mi pierna.

— ¡Eres un puto asco! — Grité.

— Y tú un bombonazo. — Rió y sentí mis lágrimas acumularse en mis ojos.

Kibum aflojó su agarre sobre mis muñecas, por lo que rápidamente logré librar mi muñeca derecha y darle una muy fuerte bofetada que resonó por todo el lugar. Él lentamente dirigió su vista hacia la mía y pude notar que había odio puro sobre él.

— No te servirá de nada resistirte. — Murmuró. — Esto es lo que le pasa a las chicas malas. — Sacó su propia navaja de su bolsillo y me apuñaló en el brazo derecho, no pude evitar gritar de dolor y sollozar levemente. — No llores niña, ya verás que pronto todo acabara...

Volvió a tomar con brusquedad mi brazo y lo colocó sobre mi cabeza, por el dolor que sentía ya se me hacia casi imposible mover mi brazo.

— Ahora, nada podrá detenerme. — Susurró y empezó a reír fuertemente.

Winter, por favor ven pronto...

CRIMINAL | WINRINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora