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POV KARINA

Estaba muy feliz, había logrado hacer mía a esa increíble oficial, la sonrisa no se despegaba de mi rostro y en cualquier momento me pondría a dar saltitos en medio de la calle.

La amo tanto.

Me hubiera quedado más tiempo si Yugyeom no me hubiera llamado porque tenía noticias importantes. Paré en un callejón y tomé mi teléfono para hablar con él.

Yo:
Deja el misterio de lado y
dime qué pasa, la estaba
pasando bastante bien antes
de recibir tu llamada.

Yugyeom:
Tzuyu y yo descubrimos
algo que seguramente te
gustará. Te esperamos
en la guardería :)

Yo:
¿Guardería?

Yugyeom:
Fue el autocorrector,
quise decir Guardería.

Guardería*

Solté una fuerte carcajada y lágrimas de la risa empezaron a bajar por mi rostro. No pude evitar imaginar a Yugyeom peleando con su teléfono por culpa del corrector. Me limpié rápidamente las lágrimas y volví a escribirle.

Yo:
¿Y si mejor desactivas el
autocorrector?

Yugyeom:
Ok.

Esperé un par de minutos hasta que me vuelva a hablar. Oh vamos, no es tan complicado.

Y con guarida se refiere al edificio abandonado. Tendría que tomar un taxi ya que estaba un poco lejos de la casa de Winter.

Cuando vi un taxi aproximarse, tuve que hacerle señas con la mano para que se detenga. Cuando paró al lado mío, abrí la puerta trasera y me senté, tenía puesta mi capucha por lo que el taxista no podría ver mi rostro.

— ¿Dónde? — Preguntó el señor de unos posiblemente 50 años.

— Calle Soler 5437

— ¿La calle abandonada? Esos lugares son peligrosos para una señorita como usted, querida. — Habló el taxista y yo fruncí el ceño.

— Tu trabajo es llevarme, no preguntar. Avance. — Ordené en un tono molesto, vi desde el espejo retrovisor que me miró mal pero no me importó.

Tardamos aproximadamente 20 minutos en llegar, durante todo el camino estuvimos en silencio, casi no había tráfico y yo miraba por la ventana a los pocos peatones que rondaban por la calle. Veía a parejas de enamorados y a algunas familias felices, con sus hijos jugando y a los padres riendo. En cierta forma me hizo recordar a mi infancia, a cuando yo jugaba en los parques y a mis padres riendo, mientras entre ellos se dedicaban miradas tiernas y se besaban.

...

— ¡Agh! ¡Qué asco! — Exclamé al ver a mis padres besarse.

— ¿Porque te da asco, Riri? — Preguntó mi padre mientras me cargaba y me sentaba en su regazo, riendo junto a mamá por mi reacción.

— ¿Por qué sus labios deben tocarse de esa manera? Da asco. — Dije frunciendo el ceño y cruzándome de brazos. — El amor da asco...

— Eso lo dices porque aún eres muy pequeña para entender esas cosas, linda. — Dijo mi madre dándome un beso en el cachete.

— Cuándo encuentres a alguien con quieras compartir el resto de tu vida, esa persona que te haga suspirar cuándo la veas, esa persona que considerarías lo más perfecto en el mundo, aquélla a la que siempre querrás ver con una sonrisa. Ahí, te darás cuenta que el amor puede ser una de las cosas más lindas que pueda existir. — Ahora fue mi padre mientras acariciaba mi mejilla. — Es solo cuestión de tiempo para que lo encuentres, Karina.

CRIMINAL | WINRINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora